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Miguel BeltránReal Zaragoza

Miguel Beltrán (1944-2025)

Sentó las bases del mejor Zaragoza

Pese a no ganar títulos en sus dos años de mandato, fichó a Antic como entrenador, a Pardeza, Rijkaard como jugadores estrella, mientras iniciaba su andadura un jovencísimo Belsué

Nació en Utebo (Zaragoza) el 8 de mayo de 1944 y falleció en Zaragoza el 10 de enero de 2025

Miguel Beltrán Picapeo

Expresidente del Real Zaragoza

Industrial del sector calderero, presidió el Real Zaragoza entre 1986 y 1988

A la segunda fue la vencida: tras perder las elecciones a la presidencia del Real Zaragoza en enero de 1985 frente Ángel Aznar, la dimisión de este último tras menos de un año y medio de mandato motivó, en septiembre de 1986, una repetición de comicios que, esta vez sí, Miguel Beltrán Picapeo ganó con holgura: 3.685 votos frente a los 2.324 obtenidos por su adversario, Félix Baztán Ibáñez. El nuevo presidente iniciaba su etapa con la desventaja de no haber podido realizar los fichajes que deseaba —no había tomado posesión cuando finalizó la pretemporada— y, además, su antecesor le dejaba el listón bien alto al haber ganado la anterior edición de la Copa del Rey.

Beltrán no se vio abrumado por el reto: con prudencia —y contra de lo que ocurre a menudo cada vez que se produce un relevo en la presidencia de un club de fútbol— mantuvo en el banquillo al entrenador saliente —e histórico del banquillo zaragocista— Luis Costa. Fue un acierto, pues si en la Liga el equipo quedó quinto a solo un punto del Sporting de Gijón —que se llevó la última plaza disponible para participar en la Copa de la UEFA—, en la Recopa protagonizó una brillante trayectoria, eliminando a la Roma, al Wrexham galés y al Vitosha de Sofía, sucumbiendo en semifinales ante el Ajax de Amsterdam, entrenado por Johan Cruyff y futuro vencedor de la competición.

Las buenas sensaciones se esfumaron nada más empezar la siguiente temporada: en diciembre, antes incluso de que la Liga alcanzase su ecuador, Beltrán se vio obligado a destituir a Luis Costa, al que sustituyó por Manolo Vilanova. Al final, el Zaragoza terminó undécimo, muy por encima de la zona de descenso, pero muy por debajo de las expectativas. La crisis deportiva se llevó por delante a Beltrán a principios de la temporada 1987-1988.

Mas todos los esfuerzos no fueron vanos: antes de dejar el cargo, a Beltrán le dio tiempo a fichar a un nuevo entrenador, Radomir Antic —ya había jugado en el Zaragoza a finales de los setenta—, a sacar a Miguel Pardeza del Real Madrid de la Quinta del Buitre, a obtener la breve pero fructífera cesión de Frank Rijkaard y a promover los inicios de Víctor Fernández en el banquillo —como ayudante de Antic— y de un jovencísimo Alberto Belsué en el terreno de juego. Salvo el entrenador serbio y el centrocampista neerlandés, el equipo vencedor, siete años más tarde, de la Recopa en París empezaba a vertebrarse. Una hábil detección de talentos cuando el fútbol no era tan cortoplacista.