Fundado en 1910
Lluís Prenafeta

Lluís PrenafetaEFE

Lluís Prenafeta (1939-2025)

El tramoyista de la era Pujol

Desde la secretaría general de la Presidencia de la Generalidad configuró y consolidó el nuevo poder nacionalista, no siempre distinguiendo el interés público del empresarial, error que pagó con una condena

Lluís Prenafeta
Nació en Ibars de Urgel (Lérida) el 17 de marzo de 1939 y falleció el 22 de abril de 2025

Lluís Prenafeta i Garrutsa

Político nacionalista

Criado en el barrio barcelonés de Sans, vivió años en Latinoamérica como representante de empresas textiles italianas. En 1976 adhirió a Convergencia Democrática de Cataluña y desde 1980 a 1990 fue secretario general de la Presidencia de la Generalidad de Cataluña.

Fue en 2017 cuando Lluís Prenafeta i Garrusta admitió en los tribunales no haber declarado a Hacienda comisiones por importe de 14.9 millones de euros, procedentes de comisiones urbanística en el caso popularmente conocido como Pretoria. Semejante erupción de honestidad tardía se saldó, para Prenafeta, en una reducción de condena; sobre todo evitó tener que volver a la cárcel, donde ya estuvo durante la fase de instrucción.

Precisamente, su encarcelamiento en 2009 hizo saltar las alarmas en los ámbitos nacionalistas catalanes, principalmente en los más vinculados a Convergencia Democrática de Cataluña (CDC). Pese a que esa formación estaba entonces en la oposición, la preocupación se debía al pasado de Prenafeta como secretario general, entre marzo de 1980 -inicio de la larga estancia de Jordi Pujol en el palacio de la plaza de San Jaime- y 1990- de la Presidencia de la Generalidad de Cataluña. Desde esa atalaya, Prenafeta, como valido del nuevo mandamás, controló todo el proceso de surgimiento y posterior consolidación del régimen nacionalista.

Fue él quien desplegó incansables esfuerzos para otorgar un estatus prácticamente de Estado a instituciones autonómicas -potenció a los Mozos de Escuadra- a organismos públicos -impulsando la creación de TV3 y Catalunya Radio, hoy pilares propagandísticos del independentismo- y, como no podía ser menos, contribuyó a la puesta en marcha de la inmersión lingüística, pieza maestra del nacionalismo pujolista.

También proyectó la imagen internacional de Pujol, organizando, sin ir más lejos, un encuentro muy publicitado con el entonces presidente de Estados Unidos, George H. W. Bush. Mas el principal favor de Prenafeta ha sido, sin lugar a duda, su persistente silencio sepulcral sobre los secretos del régimen cuando, por ejemplo, en los despachos de la Generalidad o en los de CDC no se distinguía con el debido rigor entre los intereses públicos y los privados.

Prenafeta no solo no habló más de la cuenta, sino que ante las comisiones de investigación en las que compareció -a raíz de los escándalos protagonizados por la familia presidencial- proclamó una y otra vez su inquebrantable fidelidad a los Pujol. Y, obviamente, a la causa: al dejar la Generalidad fundó, en vano, El Observador, un diario nacionalista en español para debilitar el liderazgo de La Vanguardia. Mas suerte tuvo con la Fundación Catalunya Oberta, que de «oberta» tiene bien poco, pues ha servido en gran medida de vivero para élites independentistas.

comentarios

Más de Obituarios

tracking