Fundado en 1910

Las ideas cuentan

La buena noticia es que la derecha, también la política, por fin está cada vez más volcada en la creación y debate de ideas. El liderazgo en la batalla de las ideas está cambiando, y eso tendrá muy buenas consecuencias para España

«Es la economía, estúpido» es una de esas frases miles de veces repetida, desde que el asesor de Clinton la popularizara en las elecciones de 1992, cuando venció a Bush padre. Y no sólo porque es un gran eslogan, sino porque concuerda con la mayoritaria visión economicista sobre el comportamiento de las sociedades. Y, sin embargo, me parece que el comportamiento y las tendencias sociales se explican mejor en un libro mucho menos conocido que ese eslogan, aunque lo escribiera el gran Samuel Huntington (junto a Lawrence Harrison), «Cultures Matters». Y que, traducido a eslogan, podría ser «Son las ideas, estúpido». Huntington lo ejemplificaba en una brillante introducción (Cultures Count) sobre las diferencias culturales determinantes del desigual desarrollo de Ghana y Corea del Sur desde los años sesenta, a pesar de que habían partido de condiciones muy semejantes.

Y sí, las culturas, los valores, las ideas cuentan, mueven a las sociedades, explican el devenir del mundo. También una buena parte de lo que ocurre en nuestro país. Explican por qué, por ejemplo, el Partido Popular perdió las elecciones en 2004, a pesar de la gran gestión económica de Aznar. Y por qué, de nuevo, una moción de censura de cuestionables bases éticas fue posible contra el Gobierno de Mariano Rajoy tras su gran gestión de la economía, sin que hubiera contestación social alguna. De ahí el papel central de la creación de ideas, en el periodismo, en la academia, en los espacios culturales, en los think tanks. Y en la política, que, además de gestión eficaz para resolver los problemas y mejorar la vida de los ciudadanos, debe ser creación y debate de ideas, valores, principios. Porque no hay buena gestión sin buenos diagnósticos, y no hay mejor sociedad sin valores y principios.

Por eso me parece una feliz casualidad que, el mismo día en el que tengo el honor de comenzar mi colaboración en este gran medio que es El Debate, esté también participando en la Convención Nacional del Partido Popular, una convención centrada en la creación y el debate de ideas. Una labor fundamental en todos los ámbitos, y en particular en la derecha española y en toda la derecha europea. Y es que eso que ahora muchos llaman batalla de las ideas ha estado dominada en España y en toda Europa Occidental por la izquierda. Una izquierda que ha impuesto ideas y palabras, comenzando por la propia definición que ha hecho de sí misma, «progresista», un buen eslogan, pero con escasa vinculación con la realidad. La realidad, por ejemplo, de su incapacidad para condenar el totalitarismo comunista, hasta por tres veces en el Congreso, en los últimos meses. La realidad de un Gobierno de España con comunistas. O la realidad de sus pactos con los herederos de ETA, y con el nacionalismo radical y reaccionario.

La buena noticia es que la derecha, también la política, por fin ha entendido esto, y, además, está cada vez más volcada en la creación y debate de ideas. El liderazgo en la batalla de las ideas está cambiando, y eso tendrá muy buenas consecuencias para España.