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El Rasta Rodríguez pone un circo y le crecen los enanos

La sombra de Carme Forcadell es alargada y se extiende sobre Batet. Ya sabemos lo que es ver al presidente de un Parlamento en la cárcel

¿Por qué será que el informe de los letrados del Congreso de los Diputados en el que se basó la mayoría de la Mesa del Congreso para ignorar la sentencia del Tribunal Supremo por la que se inhabilitaba al Rasta Rodríguez iba sin firma? ¿No será porque no encontraron ni un letrado que tuviese la suficiente desvergüenza para poner su nombre al pie de ese despropósito jurídico? Nadie quería ser visto como el avalista del mayor conflicto que han tenido nuestros poderes Judicial y Legislativo desde la restauración de la democracia y probablemente en toda nuestra historia.

Con esos antecedentes, a nadie puede sorprender que la presidenta del Congreso de los Diputados tuviera ayer una actuación atrabiliaria con la que claramente procuraba poder achacar la responsabilidad de lo que se decidiese a un tercero. La sombra de Carme Forcadell es alargada y se extiende sobre Batet. Ya sabemos lo que es ver al presidente de un Parlamento en la cárcel. Y pretender pedir una aclaración al Tribunal Supremo a estas alturas del partido equivale simplemente a intentar echar la pelota fuera del terreno de juego y perder tiempo.

Los antecedentes a lo sucedido ayer ya apuntaban maneras. Menos mal que ningún letrado se doblegó a poner su nombre al pie de lo que la presidenta exigía. Sabían que era una interpretación bastarda. Y culminaron el ridículo cuando sólo horas después el Tribunal Supremo preguntó el miércoles a la Presidencia del Congreso de los Diputados cuándo iba a empezar a hacerse efectiva la inhabilitación del Rasta Rodríguez. Se ponía de manifiesto el choque de ambos poderes al ignorar el Supremo lo decidido por la Mesa del Congreso. Pero sucede que la Mesa no tiene legitimidad para cuestionar las sentencias del Supremo. Que es exactamente lo que se hizo con la interpretación anónima de los letrados del Congreso.

Lo que quedó claro ayer es que Podemos no quiere que se cumpla la Ley. Y están amenazando al PSOE con graves consecuencias si se cumple. Y Batet quiere que alguien tome la decisión por ella. Es posible que acabe derivando esa decisión a la Junta Electoral Central. Pero eso tampoco pinta bien para el PSOE. Probablemente nunca desearon menos que ahora tener una mayoría afín al Partido Socialista en la JEC. Lo que quiere decir que si ésta ejecuta la sentencia del Supremo, el Rasta Rodríguez y sus compinches seguirán culpando al PSOE. Y es comprensible que lo hagan porque no hay un solo partido comunista en el mundo que crea en la independencia de la Justicia. Todos creen que la Justicia está al servicio del partido.

¡Ah! Se me olvidaba un dato: Da la inconveniente casualidad para el PSOE y Podemos de que el presidente de la Junta Electoral Central, don Miguel Colmenero Menéndez de Luarca, es quien fue el ponente de la sentencia del Rasta Rodríguez. Si es que el Rasta pone un circo y le crecen los enanos.