El valor de la mentira en Madrid

Dentro de la ridícula batalla en que se ha metido el PP como forma segura de perder las elecciones y desperdiciar la ventaja lograda el 4 de mayo, se ha sugerido que el presidente del partido en Madrid sea el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Se justifica la idea con modelo que se piensa aplicar en Aragón con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, o en Cantabria con la gran alcaldesa de Santander, Gema Igual, por la que tengo rendida admiración. Hay una pequeña diferencia entre esas dos regiones y Madrid: en ninguna de ellas gobierna el PP y por tanto el líder natural del partido es el alcalde de la capital.

Tengo escrito muchas veces que lo peor que ha traído Pedro Sánchez a la política española es la legitimación de la mentira en el debate público. Denunciamos una y otra vez las que él ha ido profiriendo imparablemente desde que está en la vida pública y a mí me parece y parecerá siempre que es una forma intolerable de ejercer un cargo público. Lástima que en esto tenga un seguidor en el alcalde de Madrid a quien parece ser que Pablo Casado quiere ahora como presidente de la formación en la comunidad madrileña.

José Luis Martínez-Almeida ganó las elecciones comprometiéndose a derogar Madrid Central. Y, como todo el mundo sabe, no lo ha hecho. Y no sólo no lo ha hecho, sino que ha pactado con la facción más radical de Más Madrid, la sección carmenita, para ampliar Madrid Central. Exactamente lo contrario de lo que prometió. ¿Se puede actuar con mayor soltura frente a los principios? Te dicen los suyos que eso es lo que se hace en todas las grandes capitales. Es posible y tampoco eso me parecería necesariamente un argumento definitivo. Pero, entonces ¿por qué prometió hacer lo contrario? ¿A quién pretendía engañar? ¿Cree que es legítimo mentir en política? ¿Y lo cree Pablo Casado? Quiero pensar que no. Él no puede igualarse así con Pedro Sánchez. Pero el mensaje que se está mandando con la posición de Martínez-Almeida como hombre que vale para alcalde de Madrid, portavoz del Partido Popular y ahora presidente del PP de Madrid es que la mentira no cuenta para esta dirección del PP. Y eso es muy grave para una parte relevante de su electorado.

Pasamos por momentos muy graves en la política española. Y el PP los está agravando más al empeñarse en apartar del liderazgo natural del partido en la Comunidad de Madrid a un valor contrastado en las urnas. Debe de ser que tienen tantos que se pueden permitir tirarlos a la basura. Se empeñan en perder y acumulan méritos. Y España se va por el desagüe. Realmente es muy difícil hacerlo peor. Pero ponen todo el empeño en ello y van camino de conseguirlo. Si es que no paramos de mejorar.