Fundado en 1910

El AVE que ha hecho Sánchez

Sánchez quería todo el protagonismo. Y mientras Núñez Feijoo felicitó a todos los gallegos por esta infraestructura que debe completarse todavía con la llegada a las otras capitales gallegas, el presidente del Gobierno parecía más interesado en felicitarse a sí mismo. Cosa que hace habitualmente con enorme eficacia

Cuando un Gobierno miente tanto como el de Pedro Sánchez es difícil saber lo que está intentando transmitir al votante cuando habla. Ayer vimos la inauguración del tramo del AVE a Galicia que lleva el tren hasta Orense. Para esos poco más de 100 kilómetros nuevos, que son muchos, Sánchez rodeó al Rey con la vicepresidente gallega del Gobierno y la ministra de Transportes. Pese al evidente protagonismo de Galicia en lo que allí se celebraba, el presidente Núñez Feijoo no viajó acompañando al Rey a su lado.

Al llegar, Sánchez pronunció un discurso para atribuir a su Gobierno la exclusividad del gran logro alcanzado: «Si antes de 2018 el trayecto por tren entre Orense (él dijo Ourense) y Madrid duraba casi cuatro horas y media, hemos reducido el tiempo a tan sólo dos horas y cuarto.» Habrá quien crea que al decir «hemos» pretendía compartir méritos con las autoridades que le precedieron y aportaron su grano de arena. Evidentemente no es así. Él dice que la gran mejora para Orense ha sido entre 2018 y 2021 en que se ha recortado a la mitad el tiempo del trayecto entre Madrid y esa capital gallega. Pero eso nunca se hubiera conseguido sin las obras que se realizaron entre 2005 y 2018. Las obras empezaron durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y siguieron durante todo el mandato de Mariano Rajoy, que da la casualidad de que es un poco gallego y algún interés pondría en la causa. O eso me parece a mí.

Si Pedro Sánchez hubiera invitado a Alberto Núñez Feijoo a que compartiera con el Rey y con él el viaje inaugural a Galicia, el plural de Sánchez se entendería mejor. Al fin y al cabo, Feijoo lleva en el poder desde 2009, doce de los dieciséis años en que ha estado construyéndose esta línea. Pero no. Sánchez quería todo el protagonismo para sí mismo. Y mientras Núñez Feijoo felicitó a todos los gallegos por esta infraestructura que debe completarse todavía con la llegada a las otras capitales gallegas, el presidente del Gobierno parecía más interesado en felicitarse a sí mismo. Cosa que hace habitualmente con enorme eficacia.

El nerviosismo de Sánchez es cada vez mayor. Ayer conocimos el último sondeo con intención de voto del CIS, el que pagamos todos los españoles, que era casi lo contrario de lo que ayer mismo publicaba ABC en la encuesta de GAD3, que tiene una fiabilidad largamente probada. Evidentemente, los dos no pueden tener razón. Pero a estas alturas cualquiera con sentido común sabe en este negocio de las predicciones demoscópicas quién vive de dar predicciones exactas y quién va a seguir viviendo igual, aunque no acierte ni media. Pues eso.