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Si no se le para ahora, se seguirá expandiendo

Lo que Putin está diciendo es que los países que se independizaron de la Unión Soviética no tenían derecho a hacerlo. Y con estas palabras está diciendo que Ucrania no puede decidir libremente su futuro. Que debe someterse a la voluntad de Rusia. No es que la OTAN no pueda expandirse hacia Ucrania. Es que le niegan a Ucrania su soberanía para integrarse en la Alianza Atlántica

Sólo he tenido una ocasión de ver en directo a Vladímir Putin. Fue el 5 de junio de 2006 en el Kremlin. Ese día recibió al millar de participantes del congreso de la Asociación Mundial de Periódicos en un inmenso auditorio que tienen en el mismo edificio amurallado. Putin llegó una hora tarde –su despacho distaba unos 150 metros del lugar del encuentro– y soltó un discurso desabrido, lleno de nacionalismo. Desde entonces ha ido a peor.

La agencia estatal de noticias rusa Sputnik distribuyó a mediados de enero un vídeo con una pregunta que le hace a Putin una periodista de Sky News. Se ha vuelto viral. A mí me ha llegado desde varias cuentas de personas que se mueven en el entorno de Vox. Es un perfecto ejemplo de lo que es la más zafia propaganda y no está de menos prestarle algo de atención. La periodista Diana Magnay pregunta al presidente ruso si garantiza que no invadirá Ucrania y qué es lo que cree que Occidente no entiende sobre Rusia y sus intenciones (las de Putin). Con esto, el ruso se lanza a una diatriba en la que afirma: «Nuestras acciones no dependerán del curso de las negociaciones sino de la garantía incondicional de la seguridad de Rusia. (…) Hemos dejado claro que es inaceptable un mayor desplazamiento de la OTAN hacia el Este. ¿Qué es lo que no se entiende aquí? ¿Estamos poniendo misiles junto a las fronteras de Estados Unidos? Es Estados Unidos con sus misiles quien ha venido a nuestra casa. Están en nuestra puerta. ¿Es una exigencia excesiva que no pongan más sistemas de ataque cerca de nuestra casa? ¿Qué tiene eso de inusual? ¿Cómo se sentirían los estadounidenses si pusiéramos nuestros misiles en la frontera entre Canadá y Estados Unidos o en la frontera entre México y Estados Unidos?». Como en aquella presentación en el Kremlin en 2005, Putin reitera esta idea de forma machacona una y otra vez, con pequeñas variantes, durante siete minutos. Y, a simple vista, puede resultar muy convincente. Pero no lo es. En realidad es extremadamente reveladora de nada bueno.

Lo que Putin está diciendo es que los países que se independizaron de la Unión Soviética no tenían derecho a hacerlo. Y con estas palabras está diciendo que Ucrania no puede decidir libremente su futuro. Que debe someterse a la voluntad de Rusia. No es que la OTAN no pueda expandirse hacia Ucrania. Es que le niegan a Ucrania su soberanía para integrarse en la Alianza Atlántica.

La comparación con colocar misiles en Canadá o México es especialmente tergiversadora de la realidad. Porque Estados Unidos no ha pedido colocar misiles en ningún sitio. Son los ucranianos los que pueden querer defenderse de Moscú. Y si Canadá o México –que son democracias, no como Cuba, que tuvo la Crisis de los Misiles en 1962– quisieran aliarse con Rusia, podrían hacerlo. Pero ni siquiera un izquierdista radical y desnortado como Andrés Manuel López Obrador quiere hacer eso, porque sabe que le va mucho mejor comerciando con Estados Unidos que recibiendo ayudas de Rusia. Incluso cuando ganó las elecciones presidenciales, lo primero que hizo López Obrador fue sentarse a negociar con Donald Trump, el que quería construirle el muro.

Putin es un peligro para Occidente. Lleva 22 años en el poder. Y aunque moleste mucho escuchar esto, si no se le para ahora, se seguirá expandiendo. En Europa ya tenemos precedentes. Hubo un dictador, al que nadie plantaba cara, que el 12 de marzo de 1938 se anexionó Austria, el 1 de octubre de 1938 se anexionó amplios territorios de Bohemia y Moravia en la llamada Crisis de los Sudetes y el 1 de septiembre de 1939 invadió Polonia. Se llamaba Adolfo Hitler y en este último movimiento pactó con la Unión Soviética que Vladímir Putin quiere restablecer geográficamente ahora.