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Si Tezanos fuera de derechas

En ese ambiente ideológico, la manipulación de Tezanos se consiente y se protege, porque es de los suyos, y porque la izquierda está tan acostumbrada a su apabullante dominio que tiende a olvidar las fronteras entre propaganda y verdad científica

Si Tezanos fuera de derechas, a estas alturas, habría sido forzado a dimitir, tras protagonizar decenas de programas y portadas furibundas de los medios de izquierdas, y algún que otro proceso judicial. Pero siendo socialista como es, ahí sigue, deteriorando el prestigio del CIS y protagonizando chistes y memes, pero influyendo en las campañas electorales, ahora en la de Castilla y León, con la cobertura y respetabilidad que le dan todos los medios de la izquierda, y, por supuesto, del nacionalismo.

No solo todos los expertos de prestigio creen que su encuesta sobre Castilla y León es una manipulación descarada, sino que Metroscopia también ha hecho una estimación con los mismos datos del CIS, y le salen resultados bien diferentes, con un PP claramente ganador y con un Vox mucho más fuerte, y sin asomo del empate entre izquierda y derecha pronosticado por el CIS. Supuesto empate que sirve a Pedro Sánchez para movilizar el voto de la izquierda y animar a ciudadanos que tienden a quedarse en casa cuando el ganador está claro de antemano. Es decir, pura propaganda electoral, y bastante más eficaz que la que le puedan hacer al PSOE las agencias de publicidad. Y, además, con dinero público, y ahorrando del presupuesto de campaña del Partido Socialista.

Por algo así, por una acusación de usar dinero público para hacer propaganda con encuestas, dimitió el canciller de Austria, Sebastian Kurz. Y no porque Austria tenga estándares más altos contra la corrupción que España, sino porque Kurz es de derechas. Y esto, la ideología, tiene efectos muy importantes en sociedades donde la izquierda domina el mundo académico, además de los medios de comunicación, el negocio editorial y las redes sociales. Un estudio de la Universidad de Harvard realizado en numerosos países del mundo en 2019 demuestra lo que ya sabíamos por mera observación, que el 72 % de los politólogos del ámbito académico es de izquierdas, y en Estados Unidos, el 80 %. Y lo mismo ocurre en el resto de espacios de creación de ideas.

En ese ambiente ideológico, la manipulación de Tezanos se consiente y se protege, porque es de los suyos, y porque la izquierda está tan acostumbrada a su apabullante dominio que tiende a olvidar las fronteras entre propaganda y verdad científica. Creo que le pasa también al propio Tezanos, que no solo tiene un aspecto venerable, como escribía ayer Alfonso Ussía, sino que, además, es un tipo encantador, muy inteligente, y gran comunicador, capaz de convencerte de que diseñó una encuesta exquisitamente científica, que la estimación era correctísima, pero que en la última semana hubo un repentino giro de la opinión pública que trastocó completamente su excelente cálculo. Y fue así, por ejemplo, como Isabel Díaz Ayuso sacó 8 puntos más que lo que él había predicho. Es lo que tienen las Ciencias Sociales, que siempre se puede apelar a los caprichos repentinos de su objeto de estudio, los ciudadanos.

Si le añades a todo lo anterior la falta de escrúpulos de Pedro Sánchez, ahí sigue Tezanos al frente de lo que algunos han rebautizado como el Centro de Intoxicaciones Socialistas.