Medio millón de funcionarios más
No son más funcionarios lo que necesita nuestro país. Necesita emprendedores, gente que asuma riesgos, y, sobre todo, legislación y ambiente que permita la libre iniciativa
El empleo público se ha disparado en España. Tenemos ahora mismo nada menos que medio millón de funcionarios más que en 2013. En aquella época, casi una década atrás, el Gobierno de Mariano Rajoy andaba tratando de cuadrar las cuentas del Estado porque la economía española se nos iba por el desagüe, consecuencia de la pésima gestión del zapaterismo. Ahora, con más deuda que entonces, pagamos medio millón de nóminas más con el dinero público. En realidad, el erario español debe afrontar cada mes el pago de los sueldos de nueve millones de pensionistas, tres millones largos de funcionarios y otros tres millones largos de parados; en total, nada menos que quince millones de españoles cobran del Tesoro común. Sin ser ningún experto en grandes números del Estado, me atrevo a decir que así no vamos a ninguna parte y, muy al contrario, nuestra economía se vuelve menos competitiva y fundamentalmente extractiva de aquellas personas que se dedican a trabajar y generar riqueza. Es una demostración más de que Sánchez no tiene ningún proyecto para España, de que solo piensa en permanecer en el cargo el mayor tiempo posible, y quien venga detrás que arregle todo el desaguisado económico que va a dejar. Es la secuencia histórica de nuestra vida en España desde 1977. No son más funcionarios lo que necesita nuestro país. Necesita emprendedores, gente que asuma riesgos, y, sobre todo, legislación y ambiente que permita la libre iniciativa. Cuando se genera riqueza se puede repartir, cuando se empobrece al país con subvenciones y miles y miles de funcionarios, solo nos queda la pobreza, que es el veneno de la democracia. Nada en exceso, decían los clásicos. En funcionarios, tampoco.