El Núremberg de ETA, un clamor

En este país todavía quedan jueces que protegen la dignidad del pueblo español. Todo apunta a que la Audiencia Nacional se va a tomar en serio las conclusiones de la comisión de la UE que estudió el cierre en falso de ETA. Ese en el que algunos mancharon las togas y todavía hoy no han logrado limpiarlas. No en balde en España aún hay 379 asesinatos no resueltos, lo que representa que un 44 por ciento de los crímenes han quedado impunes. Pero hay mucho más. Hay medio siglo de terror, el cercenamiento de la libertad en el País Vasco y el movimiento migratorio más importante de la Europa moderna, tras la Segunda Guerra Mundial; nada menos que cerca de 300.000 vascos tuvieron que dejar sus casas, sus raíces, su entorno, por el terror de una banda que sacudía los árboles mientras otros recogían las nueces. ¡Menudo fruto ensangrentado que manchará para siempre la historia de esa clase política que miró en todo momento para otro lado por pura cobardía! Han tenido que venir desde otros países europeos para decirnos que la dignidad de un pueblo no se puede pisotear de esta manera. Por eso es alentador que desde la Audiencia Nacional se aborde por fin la celebración de un macrojuicio contra ETA. Está pendiente el Núremberg vasco. Si no se celebra, las togas ya no estarán manchadas del polvo del camino, sino de la sangre de las 379 personas, cuyos asesinatos permanecen en el silencio vergonzoso y cobarde una de sociedad ventajista que, sin embargo, habita moralmente en el territorio de la indignidad.