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Más bonito que un San Luis

Le dimos un premio a Doña Sofía y con el título en su marco de plata nos presentamos en La Zarzuela. La Reina estuvo amable, cariñosa y encantadora. Se avecinaban las despedidas cuando Tip tomó la palabra

Los que hacíamos semanalmente el programa El Debate del Estado de la Nación al mando de Luis Del Olmo en su Protagonistas, Antonio Mingote, Luis Sánchez Polack ,Tip, Antonio Ozores, Chumy Chúmez, Coll y quien esto escribe por medio de ocho personajes ficticios, creamos el premio «Más Bonito que un San Luis». Mis personajes eran el Marqués de Sotoancho, el Doctor Gorroño, Floro Recatado, Breogán Piñeiro, el Padre Escolano, Jeremías Aguirre, Marifé de Camas y Mohamed Bajamelá Alicaidín. El premio consistía en un precioso diploma dibujado por Antonio Mingote y firmado por todos los componentes. Yo lo hacía en nombre de mis personajes. Todos los ilustres premiados fueron a recogerlos al estudio de radio, en la COPE o en Onda Cero, el Rey Juan Carlos, Don Juan De Borbón, a Felipe González, José María Aznar, Plácido Domingo, Montserrat Caballé, Luis García Berlanga, Luis Escobar, Julio Iglesias… Y en homenaje a su gran labor al frente de fundaciones y organizaciones benéficas, se lo ofrecimos a la Reina Sofía. Pero la Reina, en lugar de recibirlo en la radio, lo hizo en una audiencia que nos concedió en el Palacio de La Zarzuela. Y ese detalle, no le gustó a Tip. El diploma, con dos dibujos formidables de Antonio Mingote decía: «Protagonistas. El Estado de la Nación. Título de «Más Bonito que un San Luis» a favor de –en este caso– Su Majestad la Reina Doña Sofía de España, que podrá exhibirlo con orgullo en fiestas y saraos, hacérselo bordar en la ropa interior y grabarlo en la portezuela de su automóvil». Seguían las firmas y dedicatorias manuscritas, y se culminaba de esta manera: «Este título lleva inherente el tratamiento de 'Alteza Preciosísima'».

Y con el título en su marco de plata nos presentamos en La Zarzuela. La Reina estuvo amable, cariñosa y encantadora. Le acompañaba un ayudante militar, el capitán de fragata Artal Delgado, que posteriormente sería comandante del Juan Sebastián de Elcano y contralmirante de la Armada. Un tipo estupendo, como no podía ser de otra manera. Declinaba la audiencia. Y la Reina nos agradeció el premio. Se avecinaban las despedidas cuando Tip tomó la palabra. Teníamos pactado entre todos, que si Tip tomaba la palabra, ninguno podía interrumpirlo. Y Tip, que se dirigía a la Reina como «Majestada» fue el portavoz oficial del adiós: «Majestada, gracias por aceptar nuestro premio y recibirnos. Pero lamento comunicarle que nos tiene que devolver el marco de plata. Este premio lo concedemos cada quince días, y como Luis Del Olmo, aquí presente, se ha opuesto a subirnos el sueldo y nos hallamos en plena crisis económica, necesitamos el marco de plata para la siguiente entrega, ¡A no ser, Señora, a no ser, Majestada! que nos dé a cambio 2.000 pesetas».

Todos pasmados, pero cumplidores del pacto cuando intervenía Tip. Luis Del Olmo, más colorado que una manzana del Bierzo. Mingote, a un paso de esconderse bajo una mesa que hacía de chaflán. Y la Reina, lógicamente sorprendida. La venganza de Tip se había cumplido. Doña Sofía, desconcertada, volvió su rostro hacia su ayudante. Nunca le habían pedido en una audiencia 2.000 pesetas. Y el marino Artal, que no podía dominar la risa, sacó de su cartera un «marianito», que así se conocían a los billetes anaranjados de 2.000 pelas firmados por el entonces gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, y le entregó el billete a Tip. Todos creímos, que, hecha la broma, Tip devolvería las 2.000 pesetas a Artal. Pero nada. Se guardó el dinero, nos despedimos, y partimos de La Zarzuela rumbo a «Casa Sixto», el bar preferido de Tip a tomar el aperitivo.

Eran, aproximadamente, las 13:30, cuando llegamos a «Casa Sixto». Y Tip, a grito pelado, ordenó a un camarero. «¡Manolo, invita a una copa a todos los presentes en nombre de la Reina!».

Y no era imaginación ni gracia. Era verdad.