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Otro tiro de Sánchez al Rey Juan Carlos

¿Cómo es posible que el presidente le pida unas explicaciones que no le requiere ni la Fiscalía? Una Fiscalía sobre la que él mismo ha declarado públicamente mandar. Sánchez no tiene ningún derecho a pedir esas explicaciones. Ninguno

Menos de 24 horas después de que el Palacio de la Zarzuela hiciera pública la carta que había enviado 48 horas antes Don Juan Carlos al Rey, el presidente del Gobierno ponía de manifiesto que su lucha contra el Rey Juan Carlos no ha cejado. Continúa como el primer día. Da igual que la víctima de su persecución ya no esté siendo investigado por la Fiscalía, da igual que ya no tenga ninguna cuenta pendiente con Hacienda, da igual que padre e hijo hayan pactado públicamente las condiciones de su nueva vida. Sánchez quiere seguir minando la Monarquía. Y a fe que lo está consiguiendo, según mi leal saber y entender.

Me duele decirlo, pero a mí me pareció que la carta de Don Juan Carlos al Rey era bastante humillante para el padre. Había que justificar que después de casi dos años diciendo a tantos visitantes y tantos amigos con los que habla por teléfono que estaba deseando volver a España, ahora resulta que en realidad no quiere volver, que le gusta el exilio. Digamos que una mijita sorprendente sí que es este cambio.

Yo creo que la estrategia del Palacio de la Zarzuela de seguir en todo momento las indicaciones del Gobierno ha servido para verse cada vez más sometidos. Siguiendo la táctica empleada con el archivo de la causa de la Fiscalía, cuando el Gobierno hizo que se aventasen las acusaciones que no se habían podido probar, ahora Sánchez exige explicaciones al Rey Juan Carlos. Lo que demuestra lo poco que respeta la Justicia. ¿Cómo es posible que Sánchez pida al Rey Juan Carlos unas explicaciones que no le requiere ni la Fiscalía? Una Fiscalía sobre la que él mismo ha declarado públicamente mandar. Sánchez no tiene ningún derecho a pedir esas explicaciones. Ninguno. Y menos ante periodistas en un vuelo a Letonia. Pero las pide para seguir haciendo daño a la Corona. Y para recordar al Rey quién es el que tiene todo el poder. Y ahora seguirá intentando promover otras causas escandalosas, porque en este momento se ha quedado sin juguete y el Rey del exilio le viene muy bien para distraer la atención de su catastrófica gestión. Mientras se hable del Rey Juan Carlos, no se fija la atención en el desbarajuste sanchista.

Volverán a intentar sacar más trapos sucios a Don Juan Carlos cuando la guerra de Ucrania se haya calmado un poco y la atención pueda volver a concentrarse en el precio al que pagamos desde la gasolina hasta la electricidad. Pedro Sánchez y sus innumerables medios afines emplean cualquier cortina de humo para que no se hable de su mal gobierno. Las causas contra el Rey Juan Carlos ahora cerradas han estado sobre la mesa, han sido grandes titulares en los medios de comunicación durante demasiados años. Y han conseguido manchar para siempre el buen nombre de Don Juan Carlos, aunque hayan sido archivadas.

Y no me cansaré de repetir que el que se impida –porque, de hecho, se le impide– al Rey Juan Carlos volver a su casa es un desprestigio para España ante el mundo. Nadie entiende que una persona que no tiene ninguna causa abierta no pueda residir en su país. Máxime cuando, por la lógica de la edad, su estado de salud es el que es. Pero quien más debería estar de su lado no parece verlo así. Qué triste.