Última hora: comienza la Semana Santa
Es en sí misma patrimonio de los españoles. Algo de lo que podemos estar orgullosos
Supongo que a usted, que es un avezado lector de este diario, El Debate, no hace falta que le diga que mañana comienza la Semana Santa. Lo digo porque en ocasiones hay gente que se despista y también hay medios que regularmente nos dan noticia de que tal día se inicia el ramadán o bien que los chinos celebran su nuevo año. Ni una cosa ni la otra me molestan, pero la celebración de nuestra Semana Santa requiere también no solo un anuncio sino una reflexión. Estas celebraciones fueron creadas como una acción religiosa que devino posteriormente en una manifestación de cultura, fervor y sentimiento popular. De esta manera, se creó en nuestra geografía un ambiente que le da fuerza a este ritual que, desde el siglo IV, cada primavera, se desarrolla por la mayoría de la tierra de España, con la participación de millones de personas. Es en sí mismo un patrimonio de los españoles. Algo de lo que podemos estar orgullosos. Pero si además tienes la suerte de creer en ese Dios bueno que dio la vida para redimirnos, entonces a partir de mañana cuentas con una nueva oportunidad para ahondar en ese misterio que representa la idea central de nuestro credo: un Dios que se hizo hombre y murió y resucitó para dejarnos la esperanza de una vida eterna. Estos ritos, que arrancan con el Domingo de Ramos, son también la renovada llegada de la temporada alta en un país que es una potencia turística y que en ocasiones abandona el sentimiento religioso en el prosaico quehacer económico, donde al César hay que darle lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.