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Pecados capitalesMayte Alcaraz

Tarados sin fronteras

Lo peor del insultón de Esquerra es que la única vez que ha pedido disculpas lo ha hecho con un epíteto que describía al interfecto perfectamente

Para una vez que Gabriel Rufián dice verdad, va y pide perdón, se hinca de hinojos y lloriquea cual Puigdemont escondido en el maletero de un utilitario, para que le disculpe el tarado al que él ha llamado tarado con la certeza de quien conoce el paño como si fuese de Tarrasa. Entre Madrid y Waterloo las taras no tienen fronteras. Pero son tarados peligrosos: dieron un golpe de Estado contra la cuarta democracia de la zona euro para imponer una república tarada, gestionada por tarados, pagada con dinero público para expulsar de su tierra a ciudadanos no tarados a los que ha abandonado un Gobierno con muchas taras. La principal, que es cobarde y traidor.

No tiremos la casa por la ventana. Rufián no ha llamado tarado a Puigdemont porque le haya dado un ataque de responsabilidad y decencia; es que se acercan las elecciones municipales y ERC tiene que marcar distancia con el lunático de Waterloo, que es un lastre incluso para otros tarados que persiguen lo mismo que él. Gabriel no le perdona a Carles que viva a cuerpo de presidente de la Republiqueta sufragado por el Parlamento europeo (es decir, por todos nosotros) y él tenga que arrastrarse como palmero de Sánchez, convertido inopinadamente en adalid de la gobernabilidad entre comilona y comilona por los templos gastronómicos madrileños, obligado a empujar con todo lo que tiene a su alcance a favor del Gobierno más ventajoso para su causa separatista.

Pero lo peor del insultón de Esquerra es que la única vez que ha pedido disculpas lo ha hecho con un epíteto que describía al interfecto perfectamente. Su listado de rencor contra gente honorable es tan nutrido que si un día le diera por excusarse ante todos no podría hacer otra cosa hasta la jubilación: delincuente multirreincidente (a Don Juan Carlos), diputado 53 de Vox y jerarca votado por Franco (a Felipe VI), miserable (a Zoido), vergüenza de ministro, traidor, con regalo de escupitinajo ante el escaño (a Borrell), Vito Corleone (al PP), fascista (a Arrimadas), responsable de que la boda de su hija fuera un cartel pagado con mordidas (a Aznar), medios que comen la mierda de Aznar (a los periódicos), fascistas más peligrosos que el virus (a los españoles que se manifestaron contra la gestión de la covid), hipócritas que creen en serpientes que hablan o en palomas que se embarazan (a los católicos), ministra tóxica (a Margarita Robles)…

Y entre chuletón y chuletón, seguro que Su Nimiedad Rufián encontrará alguna humillación más que dedicar a personas respetables. Desde luego mucho más honorables que él, que dijo que iba a estar 18 meses en Madrid y ya va camino de celebrar sus bodas de bronce. Qué bien se vive en la capital del Estado opresor, ¿verdad Gabriel? Un charnego fetén como tú solo tiene de vez en vez que aplaudir a un presidente vendido a tu causa, repartirse las regalías con los proetarras, pedir perdón para no ofender a tus compañeros de banda y así, 72 meses ya viviendo del presupuesto de los españoles. Tarados unidos jamás serán vencidos.