Fundado en 1910
Cosas que pasanAlfonso Ussía

San Mamés

Como bien nos recuerda el padre Legorburu, San Mamés fue un gran santo «euskaldún». Después de una existencia sujeta a detenciones, interrogatorios –de la Guardia Civil y la Policía franquista, claro está–, y demás castigos, muere sin saber que era vasco

En una gran caja encuadernada con la llamada Folletos y Tebeos he encontrado un documento que me ha alegrado la mañana. Se juntan en su interior tebeos originales del Oeste de mi niñez, de Roy Rogers, Gene Autry, Rex Allen, El Llanero Solitario y Hopalong Cassidy –nada que ver con la fabulosa colección del gran señor y mejor Alcalde de La Coruña, Paco Vázquez–, y algunos recortes, esquelas curiosas, folletos y otros caprichos. Y entre ellos me he topado con un pequeño folleto editado en Buenos Aires en 1949 que se ocupa de los santos vascos y firma el Rvdo. Padre don Antero de Legorburu, que se ocupa de sus cuatro santos vascos predilectos, a saber, Iñigo de Loyola, Valentín de Berriochoa, Miguel de Garicoitz, y San Mamés, un guipuzcoano, y tres vizcaínos. Iñigo o Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, Soldado de Castilla, nació en el valle de Loyola, entre Azpeitia y Azcoitia. Valentín de Berriochoa, en Elorrio, Miguel de Garicoitz, elevado a los altares durante el Pontificado de Pío XII, también en Vizcaya, y San Mamés, como es lógico, en las inmediaciones del estadio del Athletic Club de Bilbao. El gran problema de éste último, es que siendo vasco ignoraba que lo era, lo que aumenta el resplandor de su santidad.

El padre Legorburu no se extiende en demasía en la biografía y los méritos de San Mamés, quizá por falta de información. No obstante, servidor se ha permitido la osadía de consultar en el libro Diccionario de los Nombres de Persona (Editorial De Vecchi, Barcelona 1988) y he conseguido reunir los datos suficientes para demostrar que San Mamés fue, en efecto, como bien nos recuerda el padre Legorburu desde Buenos Aires, un gran santo «euskaldún».

¿En qué barrio de Bilbao nació San Mamés? ¿Había sido fundada la capital vizcaína por don Diego López de Haro, alférez de Fernando IV de Castilla, fallecido en Algeciras en enero de 1310? La respuesta es negativa. San Mamés es anterior a la fundación por el noble castellano de la Villa de Bilbao. Muy anterior. San Mamés fue uno de los primeros vascos de la Historia de la humanidad, casi contemporáneo de Iñaqui Anasagasti, que nació en Caracas cuando aún no había sido descubierta América por los españoles. Caracas, Venezuela, la «pequeña Venecia».

Porque San Mamés, cuya onomástica se celebra el 17 de agosto (Semana Grande, Fiestas de Bilbao) nació prematuramente en Cesárea de Capadocia, Asia Menor, mientras eran martirizados sus padres, Santa Rufina y San Teodoto. Parto terrible. Y después de una existencia sujeta continuamente a detenciones, interrogatorios –de la Guardia Civil y la Policía franquista, claro está–, y demás castigos, termina su vida en el año 253 de la era cristiana, en la arena del anfiteatro de Cesárea, a manos de un gladiador. Y muere, y éste desenlace se me antoja dramático, sin saber que era vasco, a pesar de haber nacido en el Asia Menor.

A su fallecimiento a manos del gladiador de Vox, mereció los elogios de San Gregorio Nacianceno y de San Basilio, por su estoica actitud durante el martirio.

Entre la Guardia Civil, la Policía franquista y el gladiador de Vox no le dieron tiempo para cumplir con su máxima ilusión. Aprender a hablar y escribir en vascuence.

Un gran santo vizcaíno.