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Cosas que pasanAlfonso Ussía

Portadas

Hubo un momento en el que ABC fue recuperable, pero faltó decisión para hacerlo

Luis María Anson y Bieito Rubido fueron, como directores de ABC, grandes portadistas. Luis María inventó las portadas de Antonio Mingote, el genio español de entresiglos. Y Bieito dominó las limitaciones que la portada de ABC exigía, eligiendo la noticia más importante del día. Fueron dos grandísimos directores del diario de los Luca de Tena, la señera familia de Prensa Española, si bien no hay que responsabilizar de su papel secundario en Vocento exclusivamente a los directivos del Grupo Correo, porque los Luca de Tena se rindieron con anterioridad al acoso que padecieron. En la inauguración de las nuevas rotativas de ABC en Sevilla, Guillermo anunció que se retiraba. Fue un día triste. Antonio Mingote y el que escribe viajamos a Sevilla para acompañar a Guillermo y sus hijas, Catalina y Soledad –Petisa–, pero ya había comenzado el declive. Guillermo quedó como Presidente de Honor. Una mañana, Catalina se hallaba en su despacho vicepresidencial cuando irrumpió un personaje listísimo y siniestro apellidado Mijangos, que miraba al este y al oeste cuando se dirigía a alguien, pero jamás al norte, de dónde provenía.

–Catalina, creemos que ha llegado el momento de retirar el coche y el conductor a tu padre, para reducir gastos.

Hubo un momento en el que ABC fue recuperable, pero faltó decisión para hacerlo, y ese asunto lo domina Ramón Pérez-Maura. Pero escribo de las portadas de ABC, que por sí solas fueron un género periodístico de primera magnitud.

Se había producido una de las batallas más sangrientas en la guerra de Vietnam, entre las tropas de los Estados Unidos y las de Ho-Chi-Ming-. Fue el principio del fin de la presencia norteamericana en Vietnam, y el fin del principio de la implantación del comunismo en Indochina. En un partido de fútbol disputado por el Real Madrid, se lesionó Pirri, aquel maravilloso jugador, médico y persona. Una lesión muy grave. El diario vespertino El Alcázar, obvió en su portada la noticia internacional del año. Y su portada se la dedicó exclusivamente a la intervención quirúrgica del pie lesionado de Pirri. Se destacaba en la portada el pie abierto de Pirri entre tijeras, gasas y bisturíes. Y aquella semana, La Codorniz, el gran semanario de humor dirigido por Álvaro de Laiglesia y con los colaboradores, literarios y gráficos más inteligentes e incisivos de España, parodió la portada de El Alcázar de esta manera. En un faldón de la portada se anunciaba: «Ha estallado la Tercera Guerra Mundial». Y el resto se dedicaba a una sola noticia, con grandes caracteres en blanco sobre fondo oscuro: «España venció por 4-3 a Trupinia en canicas sobre grava».

Algo de eso he sentido y recordado cuando ha caído en mis manos el ABC de hoy, 15 de agosto. Soy leal y leo diariamente, además de El Debate, El Confidencial y Periodista Digital, el ABC y El Mundo, en su versión de papel. Y me ha producido una cierta confusión la portada del diario de Vocento, que obvia todas las noticias escandalosas que se suceden en España cada día, y dedica íntegra su portada a un conflicto, muy importante, que cumple un año, y que nada tiene que ver con los centenares de conflictos que se han producido en España en los últimos días, y que son –o deberían de ser– preferentes en el interés de los lectores de ABC. «Kabul, Año 1», y la imagen de un combatiente talibán, Sharif Ullah Khubaib, de 22 años y nacido en Kandahar, y la de Farkhunda Muhibi, una estudiante de Kabul de 21 años. La portada es bonita, pero es información preferente de Internacional, no de portada. Se trata de una portada protectora de los escándalos que se originan en España todos los días. Una portada dedicada a los afganos que leen ABC en Kabul y Kandahar, y no a los españoles que lo leen en Madrid, Sevilla o Cantabria, como es mi caso.

Deseo vivamente que Sharif y Farkhunda limen sus diferencias. Pero me habría interesado más que ABC dedicara una portada al desastre español que escandaliza cada día que pasa. Quizá sea pedir demasiado.

Se añora el viejo ABC de la familia Luca de Tena.