Los planes de Sánchez para Su Persona
No hay la más mínima posibilidad de que Sánchez adelante las elecciones para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas. Sánchez necesita el semestre europeo para presentarse como un gran estadista que puede ser providencial para salvar a Europa (es decir, a sí mismo)
Mientras en España los medios especulan con el futuro inmediato de todos nosotros en función de cuándo puede convocar elecciones el presidente del Gobierno, cada vez resulta más claro que el único futuro que interesa a Pedro Sánchez es el de Su Persona y hoy ya sólo trabaja para intentar asegurarse su acomodo cuando salga de la Moncloa con 51 o 52 años y varias décadas que llenar por delante. Sus predecesores inmediatos tuvieron post presidencias muy diferentes. Aznar y Rajoy se han labrado una vida post Moncloa buena. El primero con los muchos contactos que lo admiraban en el ámbito empresarial internacional y creando sus propios negocios. El segundo regresando a su oposición de registrador de la propiedad. Rodríguez Zapatero en cambio tiene una vida de negocios un tanto oscuros y casi siempre en el entorno de dictadores que no querría uno sentar a cenar en su mesa. La cuestión es saber para qué está capacitado Sánchez. ¿Para la opción de Aznar y Rajoy o para la de Zapatero? Me temo que huelga decirlo.
La planificación estratégica de Pedro Sánchez a día de hoy sólo contempla cómo colocarse él cuando salga de la Moncloa. En esa planeación, el primer paso está del 24 al 27 de noviembre próximos en Madrid. En esos días celebra su congreso en la capital de España la Internacional Socialista (IS) y Sánchez está moviendo todos sus hilos para ser el nuevo presidente de la organización. No es que sea un puesto de mucha relevancia. Y más después de que fueran laminados partidos históricamente relevantes en esa internacional como el francés, el italiano o el Pasok griego. De hecho, el actual presidente de la IS es el griego Yorgos Papandreu, que lleva en el cargo desde 2004 y que fue primer ministro griego dos años 2009-11. La importancia de presidir la IS es tan escasa, que siendo Papandreu su presidente, el Pasok al que él pertenecía se rompió en dos. Ni para controlar eso tuvo autoridad moral Papandreu. Pero Sánchez y sus mariachis nos venderán que no hay en el mundo entero cargo político comparable con presidir la Internacional Socialista.
Sánchez busca algún cargo internacional bien remunerado tras salir de Moncloa y quiere que la Presidencia de la IS le sirva como puente hacia el único puesto al que él cree que puede aspirar con alguna mínima esperanza: la Presidencia del Consejo Europeo. En este periodo los socialistas no tienen ni la Presidencia del Consejo, en manos del liberal Charles Michel, ni la de la Comisión, que tienen la popular Van der Leyden. Así que es razonable que aspiren a ese puesto en tras las elecciones de 2024. Pero sucede que hasta ahora el presidente del Consejo siempre se ha escogido entre jefes de Gobierno en ejercicio. Y como esa elección será en 2024, Sánchez sabe que las posibilidades de que él siga en la Moncloa son remotas. Y cree que la presidencia de la IS puede ser un puente hacia su objetivo final.
Para eso también va a dedicar todo el segundo semestre de 2023, durante la Presidencia española de la UE, a promover su candidatura entre sus pares europeos. Y lo relevante es que eso debe advertir a todos de que no hay la más mínima posibilidad de que Sánchez adelante las elecciones para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas. Sánchez necesita el semestre europeo para presentarse como un gran estadista que puede ser providencial para salvar a Europa (es decir, a sí mismo). Y puede que algunos le crean, pero me parece que no lo harán muchos más que los que ven las televisiones españolas.