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HorizonteRamón Pérez-Maura

Díaz Ayuso, qué gran decepción

Lamento de corazón ver que la presidenta está alineada con Podemos en algo tan importante como la práctica del aborto por menores

Con la legislación vigente en el mano, en España es legal defender la práctica del aborto si se es partidario de ella. O si, como dijo el jueves a Carlos Alsina en Onda Cero la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, «yo creo que una mujer que no quiere seguir adelante [con 16 años] tiene que abortar. No puedes obligar a nadie a llevar una vida contraria a la que has deseado». Eso es lo que propone la parte minoritaria del Gobierno de la nación y lamento de corazón ver que la presidenta Ayuso está alineada con Podemos.

Supongo que Díaz Ayuso adopta esta posición desde su bien conocida defensa radical de la libertad individual, que yo he compartido y apoyado numerosas veces. Pero la libertad individual linda con la libertad y los derechos de los demás. Tiene razón Díaz Ayuso cuando dice que no comprende que con 16 años se sea mayor para cambiar de sexo y no para decidir, sin la intervención de sus padres, en un posible aborto. Pero ésta es una manipulación argumental pedestre. ¿Está la presidenta madrileña a favor de que se pueda decidir con 16 años y sin intervención de los padres que se quiere cambiar de sexo? Quiero suponer que no, pero en estos momentos ya no estoy seguro ni de eso. Porque se haya regulado legalmente que se puede hacer algo que moralmente está mal, no se puede defender que se pueda hacer otra cosa que está peor.

Por supuesto que, si Díaz Ayuso está convencida de que una niña de 16 años tiene que poder abortar al margen de la opinión de sus padres, es de una gran honestidad decirlo públicamente. Al menos no deja lugar a equívocos, no miente, no intenta engañar a su electorado. Y supongo que se siente muy segura de sus posiciones y de su fuerza, porque dudo que esta manifestación le dé ni un voto nuevo y estoy seguro de que va a hacer cuestionarse a una parte relevante de sus votantes de las últimas elecciones si ante una cuestión de esta trascendencia, una duda moral en la que se enfrentan la vida y la muerte, su voto puede ir a quien en este caso apoya la muerte practicada por una niña sin la posibilidad de que sus padres intervengan. Y si como dice la presidenta «No puedes obligar a nadie a llevar una vida contraria a la que has deseado», me gustaría que me aclarase si la Comunidad de Madrid está desbordada de bebés esperando a ser adoptados porque nadie los quiere. Porque eso resuelve el que la madre pueda llevar la vida que quiere -suponiendo que el único impedimento de su sueños sea el bebé que tiene en sus entrañas- y ese ser vivo no muera en el aborto.

Más allá de la cuestión del aborto, lo preocupante de esta frase de la presidenta Ayuso es que es la típica sentencia de la progresía. Una joven de 16 años tiene derecho a llevar la vida que desee. Pero no tiene obligaciones. Y nadie puede tener lo uno sin lo otro. Bueno, nadie no. La nueva ley animalista de Podemos va a dar a los animales derechos propios de los humanos, pero no les va a dar ninguna obligación.

Hubiera sido muy sencillo que Ayuso contestara a Alsina que ella cree que nadie quiere un aborto porque es una situación de enorme traumatismo para la mujer. No lo hizo. Ahora ha dado a la izquierda la oportunidad de buscar la discrepancia o el encuentro entre ella y Feijóo en esta materia. Y que hablemos de esto en lugar del despeñadero por el que Sánchez está precipitando al país. Las baterías mediáticas del Gobierno son de una potencia infinita. Y algunos dirigentes del PP se empeñan en darles munición.

Señor, danos la virtud de la paciencia.