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Cosas que pasanAlfonso Ussía

Agendar

Sánchez se ha encargado un nuevo frac o un remozado chaqué, uno y otro con pantalones pitillo, y ella un vestido de luto con la falda 'evasé', que le ha recomendado el modista de Yolanda Díaz

Agendar, verbo horrible. Muy usado por los cursis de las izquierdas, los cursis de las derechas, periodistas, políticos y ejecutivos agresivos. De siempre he sentido repulsión por las agendas. Me agendo fatal. Durante muchos años, en Navidad, he recibido agendas de regalo. Las mejores, las de Phillip Morris, encuadernadas en cuero y con las iniciales del beneficiado en seco. Usaba y consultaba mi agenda hasta el 25 de enero, como máximo. Y en el listín telefónico jamás superé la C.

-Apunta mi teléfono para agendarme– me animaba un amigo que se apellidaba Domínguez.

-No puedo, sólo apunto los teléfonos hasta la C. Te agendo el año que viene.

Guardo mis agendas y todas ellas, a partir del 25 de enero, están garabateadas de pensamientos, reflexiones, frases y poemas. Y de compromisos en clave. En la de 1999, y correspondiente al día 8 de abril, apunté: «Comida en José Luis con PFG, GRR, y PUS». Lógicamente, no acudí. Comer con PUS me daba bastante asco. En fin.

Pero la modernidad intenta obligar a la gente normal a agendarse. La Real Academia Española no reconoce el verbo «agendar», al menos en su vigésima segunda edición (2001). Terminará por incluirla en su diccionario para satisfacer a los agendados y agendadores. El Chulo Supremo, el presidente del Gobierno, ha suspendido su brillante plan de reencuentro con la calle, con la gente. Entre el fracaso en el barrio sevillano de Pino Montano, y el ridículo de su reunión con cincuenta gentes elegidas por Bolaños en la Moncloa, toda la programación se ha ido al garete por «problemas de agenda». Mucho tiene que ver con ese problema de agenda la pancarta «Que te vote Txapote», mensaje que ha dado la vuelta al mundo coincidiendo con el aniversario de la hazaña de Juan Sebastián de Elcano. Ya ni pisa la calle, porque su agendador le ha recomendado que siga volando, que la gente no vale un pimiento y que más pancartas con el mensaje «Que te vote Txapote», pueden reducir el entusiasmo de los votantes socialistas, con o sin pesebre.

Hoy intentan agendar el Chulo Supremo y Napoleonchu su asistencia al funeral en Westminster de la Reina Isabel II. Los Reyes asistirán especialmente invitados, pero el protocolo de los Windsor aún no ha decidido donde ubicar, dentro de la Abadía, a Sánchez, su señora Gómez, y su ministrillo Albares. Por si acaso, Sánchez se ha encargado un nuevo frac o un remozado chaqué, uno y otro con pantalones pitillo, y ella un vestido de luto con la falda evasé, que le ha recomendado el modista de Yolanda Díaz, que se está forrando con la tucana. Desde que un tal Jorge Javier Vázquez ha hecho pública su decisión de votar al Chulo Supremo por guapo, en el PSOE se han abierto las puertas del optimismo.

El optimismo cara a las elecciones, está agendado. Pero algo les preocupa. Los británicos tienen un desarrollado sentido del humor. Son como son, pero el humor lo bordan. Y a Sánchez, su señora Gómez y al ministrillo Albares, les preocupa todo aquello que no pueden controlar. Y han sabido, que el Duque de Westminster y el Duque de Wellington –también Duque de Ciudad Rodrigo–, que mantienen una estrecha relación con España, pueden estar preparándole una encerrona. La ceremonia se retransmitirá en directo con imágenes de la BBC. Esas imágenes serán aprovechadas por las cadenas televisión españolas, públicas o privadas del Gobierno, como las de Mediaset y Atresmedia, La Sexta y Antonia-3. Y claro, llegar a la Abadía de Westminster, muy detrás de los Reyes de España, y encontrarse con dos duques ingleses conllevando una gran pancarta escrita en español con el lema «Que te vote Txapote» no les hace excesiva gracia. Y por ese motivo, igual que con la suspensión de pisar la calle y reunirse con la gente, es posible que renuncien al regio funeral, por «no tenerlo previamente agendado». Porque en la agenda de Sánchez se lee: «19 de septiembre de 2022. San Jenaro de Nápoles, San Acucio, Mártir, San Alonso de Orozco, San Carlos Hyon Song-Mung –un santo muy raro–, y San Ciriaco. Y con la firme grafía de la asesora agendadora, el siguiente compromiso: «Viaje a Lanzarote con las niñas y las amigas de las niñas hasta el 24 de septiembre, Nuestra Señora de la Merced, San Anatolio de Milán, San Gerardo y San Lupo». Y subrayado: «Es muy posible que nos acompañe el Padre Ángel».

Y lo agendado no se desagenda. Es decir, que no van a Londres. Que te vote Txapote, Monigote.