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HorizonteRamón Pérez-Maura

Bolaños y «Napoleonchu», de la mano

El uso partidista de las instituciones de la administración pública es cada vez más preocupante. Y la ideologización cada vez mayor

La indignación crece dentro de la Carrera Diplomática por el uso electoral que se hace de la misma. Como adelantó ayer El Debate, la última ocurrencia del ministro Albares, más conocido por Napoleonchu, ha sido poner la red consular al servicio del PSOE para recaudar votos de la emigración española en las próximas elecciones. No está de menos recordar que Napoleonchu es diplomático de carrera, pero también es miembro de Partido Socialista, antaño obrero y español.

Ayer a primera hora me informaba un cónsul de España en una ciudad importante de que «están presionando de forma insistente a todos los consulados desde esta madrugada para que emitamos en nuestras redes sociales el video publirreportaje de Bolaños marcándose el tanto de la reforma del voto exterior y arengando a los electores. Vergonzoso. Ocultan que fue una reforma aprobada por amplísimo consenso en el Senado. Sólo faltó el apoyo del Bloque». Pero, por supuesto, quien vea el video de Bolaños llegará a la conclusión de que han sido el Gobierno de Sánchez, Napoleonchu y el propio Bolaños los que han facilitado el trámite para poder votar sin complicaciones cuando se reside en el extranjero. Nos toman por idiotas.

Si Napoleonchu tuviera una mínima dignidad como miembro de la Carrera, se negaría a que los cauces oficiales del Ministerio se empleen para la difusión de un video que es pura propaganda política. Pero él sabe que con su currículo jamás hubiera llegado ni a director general. Él debe su ascenso a embajador ¡en París y sin haber ocupado antes ninguna jefatura de misión! a ser un militante del PSOE. Cuando se le dio esa jefatura de misión él era en el escalafón de la carrera consejero de embajada. Un grado intermedio. Lo que era como si a un teniente coronel se le nombrase jefe del Estado Mayor. Ahora ya, dentro del escalafón, es ministro de tercera y veremos, con los usos habituales que conocemos con este Gobierno, por ejemplo, con Dolores Delgado en la Fiscalía, si cuando salga del Gobierno Napoleonchu no es nombrado por decreto embajador de grado, saltándose otros dos grados en el escalafón.

El lenguaje ideologizado marca este video en el que se habla de «todos y todas» aunque se ve que Bolaños todavía lleva poco tiempo en el Gobierno porque después se le escapa un «juntos» y se olvida de decir «juntas». Intolerable.

El uso partidista de las instituciones de la administración pública es cada vez más preocupante. Y la ideologización cada vez mayor. Ayer también se conoció el envío como embajador de España a Uruguay de Santiago Jiménez, un diplomático de confianza de Pablo Iglesias, que trabajó a su lado cuando era vicepresidente del Gobierno. Nótese que en el sur americano sólo quedan dos países con presidentes de derecha –asumiendo que Lula se impondrá en Brasil–. Son Ecuador y Uruguay. ¿Creen que se envía a Uruguay un embajador afín a la extrema izquierda para facilitar la relación con el Gobierno conservador de Luis Lacalle Pou?