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HorizonteRamón Pérez-Maura

Los que esconden la verdad del asalto a la Justicia

La noticia de la dimisión de De la Vega el pasado martes en El Debate fue leída por 20.336 personas. Pero no debió de ser leída por ningún redactor de 'El País', 'La Vanguardia' y 'ABC' que ayer anunciaron con alarmas que De la Vega dimitía

Actualizada 01:30

Hacer crecer un medio de comunicación que da grandes exclusivas, como es el caso de El Debate, nacido hace un año y 14 días, es una gran satisfacción para los que creemos en el periodismo. En la última semana hemos tenido un caso paradigmático que me genera especial satisfacción. El pasado 6 de octubre un número de letrados del Consejo de Estado, jubilados y en activo, nos advirtieron de cómo se estaba cocinando la dimisión de su presidenta, María Teresa Fernández de la Vega, para que se ocupara convenientemente la plaza que dejaría de forma inminente. No puede haber mayor honor para un medio de comunicación joven que el que varios miembros de la oposición más relevante que existe en el Reino de España, la de letrado del Consejo de Estado, escojan a este periódico para dar la noticia de lo que se estaba cocinando. Como explicó aquí María Jamardo el día 6 a las 20,27 horas, la operación en marcha pasaba por la renuncia de la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, para volver a ocupar la plaza de consejero permanente –que como su nombre indica, es vitalicia– y que había dejado vacante, ese mismo día, la consejera Victoria Camps por problemas familiares. Se da así a Sánchez la posibilidad de volver a nombrar un presidente afín que garantice el control del Consejo de Estado cuando llegue el cambio de Gobierno. Es la misma táctica en todas partes: Constitucional, Supremo, Consejo General del Poder Judicial o Consejo de Estado.

El pasado martes 11, a las 12,39, El Debate informó en una crónica de María Jamardo de que Fernández de la Vega había dimitido. No sólo eso, su jefa de gabinete, bastante poco querida por sus compañeros en el Consejo de Estado, se despedía ese día por la mañana de sus colegas y compañeros. Esto del periodismo digital tiene la ventaja de que sabemos, prácticamente, hasta cuántas moscas vuelan por encima del ordenador de nuestros lectores. Todo se puede saber hasta el último número. Esa noticia fue leída por 20.336 personas. Pero no debió de ser leída por ningún redactor, o redactor de tribunales de El País, La Vanguardia y ABC que ayer anunciaron con alarmas –al menos en el caso del diario de PRISA– que De la Vega dimitía.

A las 15,35 de este jueves El País informaba de exactamente lo que El Debate había anticipado una semana antes y reconfirmado con 48 horas de antelación. La crónica «urgente» de José María Brunet informaba en su primer párrafo de que «la presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, ha decidido renunciar a su cargo, en el que será sustituida el próximo día 20, según ha anunciado este jueves a los consejeros de la institución. De la Vega (Valencia, 1949) ha presidido también este jueves su última reunión al frente de la comisión permanente del Consejo, en el que ha formalizado su dimisión la consejera Victoria Camps, por razones personales. Fuentes del órgano asesor del Gobierno estiman que existe relación entre ambas renuncias y que De la Vega podría volver a ocupar un puesto como consejera permanente, cargo que tenía antes de acceder a la presidencia en 2018.» Pleno al 15, oiga. Aunque no sé si alegrarme o preocuparme por el hecho de que El País dé exactamente la misma información que El Debate. Claro, que una semana después…

Como me decía ayer un histórico miembro de ese Consejo de Estado «es escandaloso cómo ocultan una información tan relevante porque ya la ha publicado El Debate». Pero esto ya no es una cuestión de prurito profesional. Es cuestión de peinar el muñeco y disimular por algunos medios la gravedad del asalto a las instituciones por parte del Gobierno socialcomunista que padecemos.

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