Fundado en 1910
El que cuenta las sílabasGabriel Albiac

Corrupción en Bruselas

La pureza de los socialdemócratas europeos es celestial. Qatar es la «vanguardia» de los derechos humanos. Y el fútbol nos hermana a todos, por la virtud de maletas con petrodólares

Qatar soborna a la UE. Comprándose a la vicepresidenta de su Parlamento. Así de simple. Y así de poco asombroso: porque nadie puede creerse en serio que la complacencia futbolístico-turística con una teocracia bárbara haya podido salirle al emirato gratis. Ni siquiera, barata. Carretadas de petrodólares rigen su lógica.

La presunta comprada, Eva Kaili, no es cualquiera. Una carrera brillante: de locutora en la tele a eurodiputada por el socialdemócrata PASOK griego. Y a vicepresidenta del Parlamento Europeo. La Policía belga la detuvo con dos maletas primorosamente atiborradas de billetes. Otro lote similar se le requisó a su padre en fuga: la familia es una institución sublime. El socialismo griego, la famiglia, la socialdemocracia europea… Apesta todo. Pero que nadie se inquiete: no pasará nada.

En los días que siguieron al milagro de las maletas, se ha buscado cortar los hilos. A toda velocidad, se suspendió a la presunta sobornada del tan experto en corrupciones partido socialista griego. Acabará en presidio o no: para mí que no. Pero que quede claro, claman los de Bruselas, que es un asunto privado: un asunto que sólo a Kaili, a su novio y a su padre conciernen. Todos los demás –PASOK, grupo socialista, Parlamento Europeo…– son vírgenes de la mayor pureza. Jamás ese faro de las libertades, que ilumina a Europa y da ejemplo y envidia al mundo, podría haber cedido a las sucias tentaciones del dinero.

Pero el dinero está ahí. En fajos de billetes. Y están ahí los dirigentes qataríes que han tardado algo así como medio segundo en jurar solemnemente que no habían sido ellos los compradores de la mercancía Kaili; y que es una pura coincidencia que la vicepresidenta se abalanzase, hace cuatro semanas, a cantar la plenitud humanitaria del régimen bajo cuya disciplina miles de trabajadores sin derechos fueron explotados hasta la muerte para que los futboleros pudieran disfrutar de su bello espectáculo en Doha.

Eva Kaili, 22 de noviembre pasado, ante el Parlamento Europeo: «Qatar está en la vanguardia en materia de derechos de los trabajadores». En la vanguardia para exterminarlos, debió susurrar para sí alguno de los que escucharon con rubor aquello. Pero nadie propuso entonces destituir a la autora de tal desvergüenza. Si alguien piensa que a ese grado de indignidad se accede gratis es que conoce muy poco la condición humana. Y menos aún la política.

Una descomunal cifra de dinero ha sido requisada en las maletas de la señora Kaili y de su señor padre. Otros cinco eurócratas, al menos, han sido detenidos por el juez belga bajo cargos de «corrupción y blanqueo». Tres de ellos, italianos: Pier Antonio Panzeri, ex diputado socialista europeo, el secretario general de la Confederación Sindical Internacional, Luca Visentini, y un tal Francesco Giorgi, asesor del grupo S&D (Socialistas y Demócratas) y pareja de la vicepresidenta. Con la «ley Sánchez» para el rescate del buen ladrón político, semejante nadería les saldría gratis.

Sí, ciertamente, la UE es un faro de honradez. La pureza de los socialdemócratas europeos es celestial. Qatar es la «vanguardia» de los derechos humanos. Y el fútbol nos hermana a todos, por la virtud de maletas con petrodólares. Kaili dixit.