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GaleanaEdurne Uriarte

¿Quiere usted que le gobierne Junqueras?

Hay una discrepancia entre Sánchez y Junqueras. El primero dice que el conflicto catalán ya no es un problema. Lo afirmó así su lugarteniente Bolaños en el Congreso este jueves. El segundo cree que el problema seguirá hasta que se celebre el referéndum de la independencia

Ya nos gobierna, contestará usted, y estoy de acuerdo. Junqueras acaba de lograr la derogación de la sedición y la reforma de la malversación para él y los suyos y está condicionando todas las políticas del Gobierno. Pero aún puede ser peor, porque Junqueras podría seguir gobernando a partir de las próximas elecciones, si al PSOE le da la suma con sus socios actuales. La única suma posible, porque no tendrá ninguna otra opción de pacto, ahora que Cs tiene tan débiles expectativas electorales. Perspectiva que complica precisamente la propia posibilidad de lograr esa suma, porque esa será la marca que el PSOE no podrá eludir en la campaña electoral, la de su coalición de facto con Junqueras.

Cierto que Pedro Sánchez es capaz de hacer cualquier otra pirueta, incluida la de representar una supuesta ruptura con los separatistas unos meses antes de las elecciones. Pero a no ser que el PSOE cambie de candidato, lo que no es descartable dependiendo del resultado de las elecciones de mayo, esa posible pirueta ya no tendrá credibilidad. No solo ha sacrificado demasiado de la igualdad de los españoles y de nuestro Estado de derecho en sus concesiones a los independentistas, sino que ha adoptado también una buena parte de su discurso. Y eso es muy difícil, si no imposible de recomponer a corto y medio plazo.

Que la derogación de la sedición y la reforma de la malversación se ha hecho para Junqueras y otros condenados y no para mejorar nuestro Estado de derecho lo cree hasta una significativa parte de los votantes socialistas. También que esas reformas contradicen completamente la posición socialista cuando se cometieron los delitos. Pero es que el PSOE de Pedro Sánchez ha ido mucho más allá y ha adoptado una buena parte del discurso independentista. ¿La profecía de Rubalcaba, como bien analizaba Carmen Martínez Castro en estas mismas páginas, es la mimetización con quien pretendías cambiar? Parte de eso, y también parte del alma más radical del PSOE que siempre estuvo ahí y ahora se ha impuesto, a todo lo que se suma la ausencia de principios éticos y también ideológicos de Pedro Sánchez.

En esta mimetización, el PSOE dice ahora lo mismo que ERC, que el culpable del referéndum ilegal fue el PP porque no dialogó con los separatistas, que la solución del conflicto es la negociación con ellos, que hay que atender lo que quieran los independentistas y no los catalanes que se sienten españoles, que el Parlamento puede legislar en contra del Estado de derecho, porque lo que cuenta es la mayoría popular, y que Cataluña está ahora mucho mejor porque se ha accedido a las exigencias independentistas.

Hay, eso sí, una discrepancia entre Sánchez y Junqueras. El primero dice que el conflicto catalán ya no es un problema. Lo afirmó así su lugarteniente Bolaños en el Congreso este jueves. El segundo, Junqueras, cree que el problema seguirá hasta que se celebre el referéndum de la independencia. Que es exactamente lo que conseguirá si al PSOE le da la suma y Junqueras nos sigue gobernando una legislatura más.