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HorizonteRamón Pérez-Maura

Una debacle del centro-derecha

Veamos si la presencia de Sayas y García-Adanero en las filas del PP ayuda a reconfigurar el centro-derecha navarro y a dar paso a un nuevo tiempo en el que superar el enorme daño hecho por la pésima gestión de un Esparza cuyo único objetivo ha sido beneficiar a Esparza. Con un par

Navarra es uno de los puntos a observar con mayor interés en las elecciones del próximo mes de mayo. Lo que ocurre en el Viejo Reyno siempre tiene una enorme importancia en toda España. Pero esta vez vamos a ver algo muy relevante en el centro-derecha navarro.

Javier Esparza va a ser candidato a la Presidencia foral por tercera vez consecutiva después de haber ganado las dos elecciones anteriores con mayorías insuficientes. La última vez que gobernó el centro-derecha en Navarra fue tras las elecciones de 2011 con la candidatura de Unión del Pueblo Navarro (UPN) encabezada por Yolanda Barcina. Logró 19 escaños, que sumados a los 4 que logró PP les dejaban a 3 de la mayoría absoluta. Pero como eran los tiempos en que el PSOE no pactaba con independentistas ni batasunos, el centro-derecha navarro gobernó una legislatura más. En 2015 Barcina dejó la política y fue sucedida como candidata por Javier Esparza, un profesor de educación primaria hasta que se dedicó a la política. La candidatura de Esparza redujo la representación de UPN a 15 escaños y la del PP se quedó en dos. Una catástrofe que llevó a ambos partidos a presentarse en una coalición en 2019 bajo el nombre de Navarra + en la que estaba incluida Ciudadanos. Eso se tradujo en 20 diputados. Como es evidente con nuestro sistema electoral, ir juntos siempre suma más diputados que ir separados.

Así que ahora Esparza ha tenido la brillante ocurrencia de romper Navarra + porque según él, sus encuestas indican que UPN y PP obtendrán más representación por separado que unidos. Esto va a ser el milagro de los panes y los peces en versión foral. Como Esparza se ve sobrado, ha expulsado del partido a los dos diputados que tenía en el Congreso, dejando sin representación el Parlamento a UPN por primera vez desde su fundación. Un éxito arrollador.

En este momento todo apunta a que Alberto Núñez Feijóo tiene clara la valía de Sergio Sayas y Carlos García-Adanero, los diputados de los que prescindió Esparza por votar contra la reforma laboral de Sánchez. Y todo apunta a que en las próximas elecciones alguno de ellos o los dos pueden tener presencia en las listas forales del PP. Esto tendrá consecuencias trágicas para el centro derecha navarro porque la posibilidad de que yendo separados ambos partidos obtengan más representación que sumando juntos es absolutamente ninguna. No digamos además lo que puede representar la división para la derecha con una candidatura de Vox. Dicen quienes le conocen que Esparza cree que va a poder seducir al PSOE navarro para que le apoye a la Presidencia gracias a no ir con el PP. A mí me parece que es una prueba más de lo ajeno a la realidad que es este político que va de fracaso en fracaso y que hoy tiene sometido a todo su partido en el que nadie se atreve a chistarle. Nadie tiene el valor de decirle la verdad. Y, desgraciadamente va a tener que ser en las urnas donde va a haber una división por voluntad del presidente de UPN y tras una campaña que se presenta durísima.

Esparza va a garantizar un nuevo Gobierno de la izquierda y los abertzales. En su conciencia quedará. Veamos si la presencia de Sayas y García-Adanero en las filas del PP ayuda a reconfigurar el centro-derecha navarro y a dar paso a un nuevo tiempo en el que superar el enorme daño hecho por la pésima gestión de un Esparza cuyo único objetivo ha sido beneficiar a Esparza. Con un par.