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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Agencia de Viajes Campo

Con o sin error de un funcionario, los datos ofrecidos por el Ministerio de Justicia siguen reflejando un modo de actuar muy poco ejemplar

El pasado 4 de enero, este periódico solicitó a través del Portal de Transparencia los gastos en viajes de los ministros de Justicia desde 2020. Obligado por las leyes, el Ministerio de Justicia entregó la relación de los datos de Pilar Llop y su predecesor en el cargo, Juan Carlos Campo, el ministro de los indultos, de 61 años, un juez de profesión que hoy sigue sirviendo a Sánchez como magistrado del TC. La relación de gastos entregada llevaba la firma de una subsecretaria de Estado. Es decir, hablamos de datos oficiales que no pueden ofrecer duda alguna sobre su credibilidad.

Campo ejerció como ministro solo 18 meses. Así que sus cifras resultaban abultadas hasta lo inaudito: 286.000 euros solo en viajes a Cádiz costeados por el Estado, provincia donde posee dos viviendas. Según los datos oficiales del Ministerio de Justicia, en uno solo de aquellos viajes se consignaba un gasto de 254.000 euros, algo increíble. El periódico publicó la información, al tiempo que solicitaba una aclaración al Ministerio de tan insólita cifra.

La noticia apareció en El Debate a primera hora del pasado miércoles. A las nueve de la noche de ese día, el Ministerio emitió por fin un comunicado achacando los 254.000 euros a un supuesto error de un funcionario. La cifra correcta, según la corrección, era 2.800 euros.

Hecha la aclaración, felicidad total en el Gobierno y su entorno mediático. Aquí no ha pasado nada. Pelillos a la mar y a otra cosa, mariposa. ¿No ha pasado nada?

1.-Ya sabemos que tenemos un Gobierno tan profesional que es capaz de que le bailen 250.000 euros en un informe contable oficial.

2.-Ya sabemos que en 18 meses en el cargo, Campo tuvo que efectuar 16 viajes a Cádiz, 13 de ellos con el pretexto de actos oficiales allí. Su sucesora, Pilar Llop, fue nombrada en julio de 2021. Desde entonces solo ha tenido que hacer un viaje oficial a Cádiz, plaza que en la etapa de Campo se había convertido al parecer en la meca del Derecho en España. Casualidades.

3.-Ya sabemos que se daba también la casualidad de que los viajes «oficiales» de Campo a Cádiz siempre coincidían a las puertas de un fin de semana, un puente o unas vacaciones.

4.-Ya sabemos que en 18 meses en el cargo se pasó 48 días… en Cádiz.

5.-Ya sabemos que hecha la corrección se gastó en esos viajes oficiales a Cádiz 35.700 euros (por una acusación no demostrada de 15.000 euros en viajes a Puerto Banús perdió el conservador Carlos Dívar la presidencia del Consejo General del Poder Judicial en 2012, dimitió).

6-Ya sabemos que los actos oficiales solían ser de muy baja relevancia, o a veces una simple entrevista.

Y luego viene lo que no sabemos:

1.-No sabemos quiénes formaban la comitiva que acompañaba a Campo. Él asegura que sus escoltas y alguien de su gabinete, pero no se ha visto un documento que lo acredite más allá de lo que él dice.

2.-No sabemos por qué el coste de viajar a Cádiz oscilaba tanto entre unos viajes y otros (¿será que a veces su gabinete iba en patinete y otras en primera?).

3.-No sabemos por qué en lugar de ponerse estupendo, Campo no admite, como hizo Dívar en su día tras las denuncias del PSOE y El País por importes mucho menores, que su comportamiento no ha sido nada ejemplar y que no debería seguir en primera línea de la vida pública, y mucho menos sentado en el Tribunal Constitucional.

Pero lo que sí sabemos definitivamente es que vivimos en una España donde la calidad de la democracia se está deteriorando y donde impera un doble rasero que reza así: azufre para todos y bula para la izquierda. Efectivamente, si Campo fuese conservador ya estaría desfilando. Pero es del correcto credo, así que casi hay que pedirle perdón por contar sus verdades con un acta con sello del Estado.