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HorizonteRamón Pérez-Maura

Feijóo y la «gente de bien»

Esta obra de ingeniería social con la que están intentando destruir nuestra sociedad no puede ser discutida. Porque ellos están en posesión de la verdad y de determinar quiénes son gentes de bien y quiénes no. Con un par –ellos sí

Es verdaderamente increíble cómo ha molestado al PSOE y a sus terminales mediáticas que Feijóo se dirigiera el pasado martes al presidente del Gobierno en el Senado mientras debatían sobre la ley trans diciéndole «dejen de molestar a la gente de bien». Porque para este Gobierno y los partidos que lo sostienen, no hay más gente de bien que ellos mismos. Y si se está en contra de esta ley, automáticamente se deja de ser una «persona de bien». El sectarismo de este Gobierno es tal, que los que discrepan de sus ideas en un asunto tan disparatado como la ley trans no pueden ser «gente de bien». No es que la expresión «gente de bien» sea rancia, como sostenía ayer algún columnista socialdemócrata. Rancios son los que se creen con derecho a descalificar a los que todavía creemos que hay gentes de bien. Y no precisamente los miembros de esta Administración.

Como ya hemos preguntado en estas páginas de El Debate sería bueno saber qué porcentaje de la población española es transexual. Porque con frecuencia nos dan unos porcentajes de población homosexual muy elevados, pero que son imposibles de demostrar. Lo son porque quienes hablan de esas cifras tan abultadas –algunos dicen que hasta un 20 por ciento de la población es homosexual– sostienen que el problema es que muchos lo son, pero lo ocultan. Admito pulpo como animal de compañía. Pero ese argumento no se puede aplicar a los transexuales. Porque lo que quieren es exactamente lo contrario: manifestar su cambio de sexo, no ocultar su condición sexual.

Este problema que tiene a España sin poder hablar de otra cosa que de los transexuales es un problema que afecta a personas concretas, ciertamente. Pero ¿cuántos españoles se ven afectados por este asunto con el que algunos medios de comunicación nos bombardean mañana, tarde y noche? Según un medio nada hostil a esa causa como es InfoLibre, en su edición del 21 de marzo de 2021, en España había 2.087 transexuales de los que 1.480 habían pasado a ser «mujeres» y 607 a ser «hombres». Si en España tenemos una población de 47.450.795 personas, según el padrón de 2020, quiere decir que la transexualidad que hay que aceptar como algo normal para poder ser «gente de bien» es algo que afecta al 0,004397571 por ciento de los españoles. Que por supuesto deben tener sus derechos respetados escrupulosamente. Pero nadie tiene por qué tener que aceptar que es lo mismo una cosa que la contraria. Todos somos hijos de Dios, sea cual sea nuestra condición. Pero buscar como pretende la nueva ley que cada vez haya más transexuales es algo a lo que se puede uno oponer y seguir siendo «gente de bien». Porque lo que se consigue con estas campañas de indoctrinación es que los jóvenes, todavía muy lejos de la madurez, crean que es absolutamente normal buscar un cambio de sexo. Y por más que se empeñen, ver cómo una persona hace una cirugía que no tiene reversión no es normal. Y si esa persona es menor de edad y puede hacerlo sin la autorización de sus padres, debería ser un delito. Sin matices. Pero esta obra de ingeniería social con la que están intentando destruir nuestra sociedad no puede ser discutida. Porque ellos están en posesión de la verdad y de determinar quiénes son gentes de bien y quiénes no. Con un par –ellos sí.