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Unas líneasEduardo de Rivas

Pam sí es un escándalo

La bandera feminista de Irene Montero se queda a media asta cuando toca investigar los tejemanejes del Tito Berni en el Congreso. En los prostíbulos que frecuentaban los diputados socialistas no se oprimía a las mujeres

Hace unos días, Ángela Rodríguez 'Pam' definía como «escandaloso» que un 75 % de chicas prefirieran la penetración antes que la estimulación personal. Es decir, que para la secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género es «escandaloso» que tres de cada cuatro mujeres opten por el sexo con un hombre antes que por la masturbación.

La RAE –que se dedica a algo más que a marearnos poniendo y quitando tildes– define escandaloso como «algo que causa escándalo». Y escándalo, como el «hecho o dicho considerados inmorales o condenables y que causan indignación y gran impacto públicos». Un escándalo no es que las chicas prefieran la compañía de un chico, un escándalo es que el nuevo feminismo pretenda decirle a las chicas lo que tienen que querer y lo que no. Eso, además de un escándalo, es una forma de adoctrinamiento. Un adoctrinamiento escandaloso.

Un escándalo es que la ley del ‘solo sí es sí’ en la que mucho influyó el ministerio de Irene Montero y Ángela Rodríguez 'Pam' saliera adelante sin escuchar a los expertos que ya avisaban de lo que podía pasar. Un escándalo es que por su culpa 721 violadores hayan conseguido reducir sus penas y que algunos ya estén paseando por la calle, al lado de tu hija, de tu hermana y de tu mujer. Un escándalo es que todavía nadie haya levantado la mano asumiendo las culpas y haya presentado su dimisión. Un escándalo es que cuando se pregunte en Igualdad por el tema, le echen la culpa a los jueces porque son «machistas» y unos «fachas con toga».

Un escándalo es que un Gobierno dé voz y voto en numerosas decisiones a una persona que lo único que ha hecho ha sido chupar del bote de la política desde que saliera de la facultad. Un escándalo es que el común de los mortales ni sepa quién es Ángela Rodríguez 'Pam' y se embolse cada año en su cuenta corriente 123.694,36 euros. Un escándalo es que cobre 44.000 euros más que su jefa y 33.000 euros más que el presidente del Gobierno.

Un escándalo es que ese presidente del Gobierno la mantenga aún en el cargo, pero como favor con favor se paga, Podemos no apoyará la investigación de los tejemanejes del Tito Berni en el Congreso. Será porque la idea de feminismo que enarbolan Irene Montero y compañía no afecta a los diputados socialistas que visitan burdeles. Imagino que en esos prostíbulos no se oprime a la mujeres. Eso, Ángela Rodríguez Pam, sí es un escándalo.