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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Pedro, ya estás tardando en sacar a Franco

El PSOE muestra su indigencia propositiva al iniciar la campaña con el Prestige, el 11-M y la foto de las Azores, polémicas de hace veinte años

Actualizada 09:41

Anda Franco revolviéndose inquieto en su nueva tumba de Mingorrubio. Han pasado ya 48 horas desde que Sánchez anunció de sopetón el adelanto electoral y todavía no lo ha sacado a calentar la banda como refuerzo para una campaña que se le presenta cruda. No se sabe a qué espera el PSOE para recurrir a Franco, que ha sido su ministro sin cartera a lo largo de toda la legislatura. Y es que según la memoria selectiva –y obligatoria so pena de multa– de Sánchez, la Guerra Civil española terminó el miércoles pasado, pero las salvajadas de ETA datan de la época de las Guerras del Peloponeso y merecen ser enterradas bajo un mantillo de amnesia «progresista».

Mientras Franco espera su momento estelar, que lo tendrá, el PSOE ha recuperado a varios de sus clásicos más queridos para el primer día de la nueva precampaña. Protagonizan un vídeo dinamitero en el que se acusa al PP de ser el partido de la mentira, lo cual viniendo de Sánchez es algo así como si Villarejo se lanzase a impartir un máster de deontología policial. En el flamante anuncio del PSOE se afean el Prestige (2002), la foto de las Azores (2003) o el 11-M (2004). Empezar la campaña revolviendo polémicas de hace veinte años refleja una cierta indigencia propositiva por parte de este sanchismo terminal.

España es un país maravilloso, pero con una innegable veta golfa. La corrupción aquí ha sido ecuménica. Ha salpicado a los partidos, al entorno de la Corona, a los sindicatos, a los clubes de fútbol, a los árbitros... hasta algunos jueces, ministros y cargos de la Guardia Civil han acabado en la trena.

El pasado del PP dista desde luego de ser una patena (y por eso, entre otras razones, creció Ciudadanos, un bazar Todo a Cien de la política que ayer bajó la persiana). El tesorero del PP apareció con una fortuna en Suiza, los que fueran brazo derecho e izquierdo de Aguirre han conocido las hospederías del Estado, el anterior ministro del Interior propició un zarrapastroso uso político de la policía, el empresario que organizaba los actos de campaña, Correa, tiene trena para rato… Pero usando una metáfora malucha, podemos decir, para entendernos, que si el PP fue el Lute, el PSOE ha sido directamente Al Capone. El Partido Socialista ha batido todos los récords de golfeo: el cenagal de corrupción del crepúsculo de González, el récord de desvío de dinero público del caso ERE, las penas de cárcel por robo de fondos de varios dirigentes del sindicato socialista UGT… hasta llegar a hoy en día, con Tito Berni, con el nepotismo desacomplejado de Sánchez, o con el número 3 del PSOE andaluz implicado ¡en un secuestro!

Resulta un esfuerzo baldío, casi un sarcasmo, que el PSOE inicie la precampaña del 23-J dictando lecciones morales, o tachando a su adversario de mentiroso, cuando tiene como jefe de filas a un político cuya relación con la verdad es similar a la que pueda tener Bad Bunny con las cantatas de Bach.

(PD: Nos ha hecho votar en chancletas, en plena canícula. Todo en la idea, un tanto tontolaba, de que los que apoyan a la derecha son ricachos que estarán lejos pegándose las vacaciones padre e inflando la abstención, mientras que el esforzado y austero electorado «progresista» permanecerá acantonado en las urbes, sin veraneo y a pie de urna para salvar a la «España plurinacional» de la acometida de «la ultraderecha». No hay duda que de aquí al 23 de julio nos vamos a entretener con los espectáculos finales del sanchismo).

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