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Un mundo felizJaume Vives

Lágrimas de progre

No desaprovechéis ninguna lágrima progre, porque igual que las del ave fénix, te devuelven a la vida. Sed agradecidos y disfrutad de las palomitas, porque la aventura acaba de empezar

El anuncio de elecciones por parte de Sánchez nos ha dejado con cara de tontos, como el famoso meme de los ocho segundos de república catalana. No nos da ni tiempo a disfrutar de los resultados que va y lanza otra bomba de racimo.

Mi consejo es que esta semana disfrutemos de las lágrimas progres, tienen poderes terapéuticos, y más adelante, ya volveremos al 23 de julio con las pilas cargadas.

En Barcelona tenemos a Colau que, por lo visto, dejará de meter mano en las cosas de los barceloneses, y las calles, quién sabe si volverán a ser normales y no una gincana multicolor para los coches. Pero tampoco me hago demasiadas ilusiones. La experiencia de Almeida nos enseña que a los políticos les suelen faltar los arrestos necesarios para cambiar las cosas de la religión climática.

Y con un poco de suerte igual mandan a algunos delincuentes de vacaciones a su país.

Otra buena noticia es que la CUP va a tener que ver los toros desde la barrera. Ellos aseguran que serán la tumba del fascismo pero, vistos los votos que han obtenido, más bien parecen cuatro frikis comprando toda la chatarra woke americana.

Luego en Valencia tenemos a la «bollera sorda» (así la presentó Irene Montero) llorando porque no entiende cómo puede ser que siendo bollera y sorda el pueblo no la haya votado en masa. Aquí tenemos otro motivo para la alegría y las risas.

En Santa Coloma tenemos el tortazo de Rufián, parece que no acabó de convencer a los vecinos eso de que iba a encender más farolas para reducir los problemas de inseguridad. Otra cosa muy divertida de estas elecciones: estar todos hablando de barrios seguros. El rodillo de la realidad ha pasado por encima de todos los progres.

¡Quién iba a decirnos que un tipo que se ha convertido en una caricatura de sí mismo en el Congreso no arrasaría en su pueblo!

Otra cosa buena es la desmovilización del voto indepe. Nos devuelve un poco la fe en la humanidad. La tomadura de pelo de los pijos de Junts, ERC y la CUP en 2017 fue tan grande que se agradece que muchos de los suyos hayan abierto los ojos y hayan dejado de seguirles como corderitos.

En Cataluña los analistas más avispados se han referido a la noche electoral como «una noche peligrosa», y, entre pucherito y pucherito, lo que venían a decirnos es que al final resulta que, allí donde tenía que enterrarse al fascismo, es donde las fuerzas del orden más han crecido. Vox ha pasado de 3 a 124 regidores entrando en todas las capitales. El FNC ha conseguido una alcaldía y varios regidores. Aliança Catalana ha sido la fuerza más votada en Ripoll. Y Anglada ha vuelto a las instituciones con 2. Y lo mejor de todo es que los antifas son incapaces de leer la realidad. La cara de tontos que se les va a quedar, será cada vez más divertida.

Luego tenemos también la desaparición de Ciudadanos, que es lo normal cuando defiendes el agua templada. Si quieres un té, lo mejor es el agua hirviendo. Y si lo que quieres es refrescarte, nada como un vaso de agua de la nevera. Su desaparición puede ser pedagógica para otros con tentaciones de alcanzar temperaturas más moderadas.

Lo de Podemos también ha sido glorioso. No entienden cómo es posible que hablando con la e, centrando su discurso en los colectivos más raros del momento y señalando absolutamente a todo aquel que no milite en su partido, les haya podido ir mal. Supongo que centrarte en los delirios y caprichos de unos pocos excéntricos que viven descontentos con la realidad que les ha tocado vivir te hace desagradable a la gente normal que se parte el lomo para llevar el sustento al hogar. ¡Quién les iba a decir que, aunque sus animadores transformers se paseen por La Sexta filosofando sobre el sexo de los ángeles, la cosa no iba a funcionar!

Y aunque podría seguir haciendo sangre del tema unas cuantas páginas más, me planto con las últimas lágrimas, que son las que estos días empapan Twitter: las de los progres que no aceptan una realidad distinta de la que ellos pensaron. Y que, sin ningún pudor, lloran y se lamentan por el avance de las fuerzas del mal. Y por qué no decirlo, algunos lloran porque sus chiringuitos corren peligro, trátese de presentadoras de televisión o de tertulianos profesionales del régimen. Estas lágrimas son especialmente reconfortantes.

Dicho esto, no desaprovechéis ninguna lágrima progre, porque igual que las del ave fénix, te devuelven a la vida. Sed agradecidos y disfrutad de las palomitas, porque la aventura acaba de empezar.