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HorizonteRamón Pérez-Maura

Sánchez miente mil veces

Sánchez estiró un poco más el chicle ayer con Ana Rosa. Cuando ella le afeó tantos «cambios de opinión» usando sus propios términos, él replicó directamente «Yo no he mentido». Le traicionó su subconsciente

Hay un viejo dicho que sostiene que una mentira mil veces repetida se convierte en verdad. Una «falsa verdad». Pero una «verdad» en cuanto se repite tanto que quien lo escucha asume que es cierto. Esa estrategia está siguiendo Pedro Sánchez para intentar vender su «verdad»: él no ha mentido nunca. Los que lo hacen son otros y él sólo ha cambiado de opinión. Y así ha entrado en esta rueda de entrevistas por multitud de medios. Un proceso que le permite hacer campaña sin pisar la calle, que es un lugar peligroso.

Sánchez estiró un poco más el chicle ayer con Ana Rosa. Cuando ella le afeó tantos «cambios de opinión» usando sus propios términos, él replicó directamente: «Yo no he mentido». Le traicionó su subconsciente. Porque lo que esa respuesta ponía de manifiesto es que cuando él se inventó la metáfora «cambios de opinión» lo que estaba haciendo era tapar sus mentiras. Y ahora hay que repetir una y mil veces que él no ha mentido. Aunque para ello acuse a Aznar de haber mentido sobre las armas químicas en Irak. Hombre, me parece un poco exagerado decir que Aznar y el PP mentía cuando aceptaban los informes de la inteligencia de Estados Unidos y que Sánchez no mentía cuando decía que podría repetir veinte veces que él jamás gobernaría con Bildu. Pero a base de reiterarlo sin descanso piensan que la «falsa verdad» puede imponerse, al menos entre parte de su electorado.

En la gran cuestión de Marruecos y el Sahara, Sánchez ha entrado en una nueva línea de mentir que no tiene desperdicio. Este asunto, que es de las cuestiones más graves y más trascendentes que han ocurrido bajo este Gobierno, es despreciado por la inmensa mayoría de los medios de comunicación. Cuando a Sánchez se le pregunta por él, responde con generalidades e invocaciones a su buenismo. Pero nunca da una respuesta concreta. Y ahora ha adoptado un nuevo discurso verdaderamente notable: «Desde Zapatero hemos tenido la misma posición con Marruecos y el Sáhara Occidental. No ha cambiado nada. Si usted mira la posición del Gobierno de España con el Sáhara Occidental es perfectamente compatible y es la misma posición de Francia, Países Bajos, muchos países de la UE y también Estados Unidos». La cita tiene su aquel.

Cuando dice que desde Zapatero tenemos la misma posición, me gustaría saber a quién se refiere: si a los socialistas o a los gobiernos de España. En cualquier caso, mentiría. Especialmente en lo referido a los gobiernos. Ni el suyo ha tenido la misma posición hace tres años y ahora. Y en cuanto a lo de estar alineados con otros países, Francia pasa por la crisis más grave de su historia bilateral con Marruecos. No parece que sea nuestro caso. Y Estados Unidos es el país que más radicalmente ha cambiado su política en la región, precisamente por ser el primero en apoyar a Marruecos en el Sahara. Iniciativa, por cierto, del presidente Trump. Pero eso es políticamente incorrecto mencionarlo.

Sigamos contemplando este espectáculo de mentiras, aún a riesgo de que Sánchez nos subyugue.