«Yolanda, me preocupa la próstata»
Esperamos ansiosos a que la «coalición progresista» gane los comicios para que pongan en marcha el nuevo teléfono de Sumar «para hombres en crisis»
El ilusionante proyecto Sumar presentó este jueves su programa electoral. Curiosamente, el gran ombligo que ha montado todo este tinglado a su mayor gloria se escaqueó del acto y se lo arrendó a sus adláteres, pues ella se encontraba paseando sus cada vez más blondas mechas por el plató de Ana Rosa.
Huelga decir que el programa electoral de Sumar es chulísimo, que diría nuestra lideresa. España, concepto casposo allá donde los haya, desaparece para convertirse en un «Estado plurinacional», un «país de países», que es algo así como si dijésemos que Lugo pasará a ser una «ciudad de ciudades», o el Betis «un club de clubes». Habrá un referéndum para el encaje –o mejor dicho, desencaje– «de Cataluña en España». Se repartirán aguinaldos a tutiplén, pues sabido es que el dinero público no es de nadie. Se crearán dos millones de viviendas sociales (aunque no sé por qué no han puesto siete u ocho millones). Y por supuesto los españoles nos vamos a encargar de conjurar el supuesto apocalipsis climático de un planeta de 7.900 millones de almas desde un país de 47 millones de vecinos.
Pero además de esas propuestas, motivadoras para toda la especie humana, el programa incluye una destinada específicamente al sexo masculino, plaga que creíamos ya extinguida en esta feliz Era chupi-trans-gay.
Según la sociología de la izquierda radical, los hombres somos unos primates poco evolucionados e híper violentos, carentes de sensibilidad e incapaces de cualquier forma de afecto, más allá de las que sentimos por nuestro equipo de fútbol y las ensaladas de tiros de las pelis de John Wick. Por eso el programa electoral de Sumar anuncia la creación de un «Teléfono para hombres en crisis». Los gorilas podremos llamar, imagino que gratuitamente, y si nuestro caso es grave, las telefonistas y telefonistos de Yolanda nos derivarán a servicios de reeducación, donde podremos «recibir el apoyo profesional necesario». Los Servicios de lavado de cerebro del Estado Progresista nos inculcarán «otras formas de masculinidades» y nos formarán en «el cuidado y la empatía», según reza en el programa electoral de Sumar.
La verdad es que no vemos la hora de que la «coalición progresista, ecologista, feminista y separatista» revalide mandato para empezar a disfrutar del «Teléfono para hombres en crisis». Espero que todas las conversaciones sean grabadas para su futuro uso terapéutico y docente. Habrá maravillas. Por ejemplo:
-(Hombre en crisis): Yolanda, que me está empezando a fallar la próstata.
-(Telefonisto con el «Go West» de Village People sonando en el hilo musical de la línea): ¿Tiene usted algún casete viejo del Fary en casa? ¿Sale de vinos con cuadrillas masculinas? ¿Ha desfilado alguna vez o no en una carroza del día del orgullo?
-(Hombre en crisis): ¿Y qué coño tiene que ver eso con mi próstata?
-(Telefonisto): Por favor, en este servicio no se admite ese lenguaje sexista. Mantengamos la conversación dentro de la adecuada perspectiva de género.
-(Hombre en crisis): Le decía que me parece que me empieza a renquear la próstata…
-(Telefonisto): Ante el tono que está tomando la conversación me veo obligado y obligada a plantearle tres preguntas: ¿Le gusta ver partidos de fútbol soplando cerveza, comiendo cacahuetes y haciendo comentarios chorras con sus amigotes? ¿Le atraen las mujeres? ¿Se siente cómodo con su sexualidad masculina actual? Si su respuesta es triplemente afirmativa tendrá que recibir apoyo profesional inmediato. Elija y marque en su teclado una de estas tres opciones de reeducación: A.-Campamento de verano en Galapagar con Pam e Irene Montero. B.- Jornadas de Convivencia en Deep Chueca. 3.- Simposium en catalán sobre Nuevas Masculinidades en la Pompeu Fabra de Barcelona.
-(Hombre en crisis): Esto es insoportable. Por favor, exijo hablar inmediatamente con Yolanda.
-(Telefonisto, con el «Dancing Queen» de Abba sonando en el hilo musical): Imposible, está en la peluquería, y al salir tiene fijada en su agenda una reunión con la primera asociación femenina de derviches giradoras de Turquía. Ya por la tarde inaugura con el camarada Sánchez el congreso «Cataluña y Euskadi, pueblos superiores». Por la noche entrega uno de los Premios President Puigdemont a la vertebración de Europa.
PD: Y si creen que exagero, denles una legislatura más… El programa de este sonriente comunismo incluía también la retirada del derecho a ejercer a aquellos periodistas que «manipulen y desinformen» . ¿Y quién decidiría quiénes incurren en eso? Pues el Régimen, por supuesto. Se ha montado tal polémica que han tenido que aparcar la idea. Pero muestran, ay, los peores instintos.