Dales más, Pere Sànchez, dales más
No te cortes: un referéndum cada año, hasta que ganen; un mando de los mossos al frente de las Fuerzas Armadas y sardana y aurresku en todos los telediarios
Admirable Pedro, ¿no te estás quedando corto? ¿No estás siendo un poco cicatero con tus compis de Bildu, Junts y ERC, que van a garantizar que Ex-España pueda disfrutar durante otra legislatura más de un Gobierno progresista-ecologista-feminista-LGTB-trans-socialista y antiespañol contigo al frente?
Ya sabemos que trabajas para regalarles algún tipo de consulta, que el fiel de Cándido se encargará de colar cómo sea por el embudo constitucional. Pero lo normal es que palmen ese referéndum, pues se da la desgracia de que en Cataluña y el País Vasco hay bastantes más partidarios de seguir en España que de pirarse de ella para crear ruinosas republiquetas xenófobas, en las que los de Burgos, Castellón y La Coruña seremos guiris de segunda. Así que tus aliados van a requerirte algo más. No sabemos a qué esperas para prometerles que habrá una consulta cada año, hasta que llegue el día en que logren lavarle el cerebro a suficiente volumen de población gracias a una propaganda atosigante que paradójicamente financia el Estado (porque Cataluña está hoy sostenida por él y solo al FLA le adeuda la friolera de 71.800 millones). Para tocarles bien las meninges a los cavernarios españoles incluso te proponemos que fijes la «consulta anual de claridad» en el día de Santiago, patrón de España. Seguro que Puchi te agradece el guiño.
Al margen de revisar los balances contables y eliminar con goma de borrar el pufo catalán y hacer todavía más ventajoso el cuponazo vasco, deberías extremar el cuidado con los gestos, adular como se merecen a los dos pueblos elegidos. Lo de hablar en euskera y catalán en el Parlamento es «un avance en derechos» (aunque suponga un absurdo que no sucede en ninguna otro país de nuestro nivel donde existen lenguas regionales), pero no basta, Pedro. Si queremos «desinflamar» a fondo «el conflicto» toca mimar cada detalle. En esa línea, el PSOE podría proponer que todos los ciudadanos que tenemos la desgracia de no ser vascos o catalanes llevemos en la pechera unas pegatas oficiales obligatorias con la «E» de español, de tal manera que si pisamos las tierras prometidas los egregios lugareños queden pertinentemente advertidos de nuestra presencia, nociva y poco identitaria.
Más gestos: urge un decretazo-ley que establezca que en Ex-España todos los telediarios empezaran con una sardana y terminarán con un aurresku. Por supuesto contribuiría a «desinflamar» que un mando de los mossos pasase a ser el jefe supremo de las Fuerzas Armadas Españolas y que el ex-president Quim Torra se convierta en magistrado del TC, por tenerlo a mano por si se diese la desgracia de que Cándido flojease (aunque no será el caso). Al tiempo, urge ir eliminando órganos fachosos, como la Real Academia Española, centrada en algo tan abominable como «limpiar, fijar y dar esplendor» al español, la lengua de la represión. También convendría cambiar algunas denominaciones imperialistas, pasando, por ejemplo, a llamar «tortilla estatal» a la «tortilla española» y sustituyendo la expresión «jamón ibérico» por «jamón del Sur que nos roba». En cuanto a lo de llamarte Pedro Sánchez, pues seamos francos, suena demasiado españolazo para el líder de una coalición de socialistas y separatistas. Sería conveniente que a partir de ahora te presentases como Pere Sànchez.
Estimado Pere, no seas pusilánime. Tu colchón en la Moncloa bien vale descangallar España, bien merece que te avergüences del país que presides para dar bola a unos nacionalistas retrógrados, que propugnan algo tan avanzado y «progresista» como que uno de Tarragona o Vitoria es superior y muy diferente a uno de Valencia o Burgos y no pueden convivir por más tiempo en el mismo país milenario. Así que, mucho ánimo.
Ah, y por favor, no te olvides de ir encargando una carroza dorada, tipo la de la coronación de Charlie Tercero, para que cuando llegue Puigdemont de vuelta y en olor de multitudes y lazos amarillos puedas recibirlo en La Junquera en posición de firmes y observando la debida pompa y circunstancia con tu carcelero.
Cuídate mucho. Y que te sea leve, estimat amic.