Los fascistas del PSOE

Se ha dado un paso más en lo que ya hemos comentado a lo largo del mes de agosto. El Partido Socialista Obrero Español ha presentado un enésimo recurso contra el recuento electoral que les quitó un escaño en Madrid y se lo dio al Partido Popular. El voto emitido en el extranjero hizo perder ese escaño y el PSOE recurrió ante la Junta Electoral de Madrid pidiendo un nuevo recuento de los votos nulos. Se rechazó la propuesta. Recurrió a la Junta Electoral Central: se rechazó la petición. Perdidos esos dos recursos, acudió al Tribunal Supremo que también lo rechazó por falta de fundamentación en la petición.

Imagínense ustedes lo que estaría diciendo las Brigadas Internacionales Mediáticas si Vox o el Partido Popular estuvieran recurriendo así la pérdida de un escaño. Tildarles de antidemócratas por no respetar la voluntad popular sería lo más suave que escucharíamos. Y de antidemócratas a fascistas hay un mínimo paso que se daría a diario. Ahora, cuando esas supuestas actitudes fascistas las ejecuta sin despeinarse un Partido Socialista con múltiples medios de comunicación abrevados desde el poder, a nadie se le ocurre descalificar su actuación en esos términos.

Tras el rechazo del Tribunal Supremo, el PSOE ha tenido los bemoles de recurrir al Tribunal Constitucional. Y esto tiene consecuencias que van más allá de la mera resolución de la cuestión planteada. Todos sabemos que el PSOE ha tomado el control del Constitucional de forma apabullante. Imagínense que el Constitucional ahora revierte la posición de las tres instancias inferiores, formadas por jueces de adscripción partidista desconocida en el caso de las Juntas Electorales y ratificada por los miembros del Supremo. Si hace eso un Constitucional universalmente considerado de adscripción ideológicamente muy clara, lo malo no será el cambio de equilibrios en el Congreso de los Diputados, que también. Lo malo es el descrédito que terminará de embadurnar a la democracia española. Aquí Sánchez ya tiene un control político total del aparato del Estado y como prácticamente todo es recurrible ante el Constitucional, antes o después su Conde Pumpido impondrá los deseos de su señor.

Y voy más allá. La voluntad de llevar esto hasta el Constitucional podría ser mucho más malévola: recurrir al Constitucional para perderlo y demostrar así la aparente objetividad de la última corte de nuestro sistema que en los próximos años va a ser el bastión final que va a tener el socialismo patrio para defender la ideologización que ha hecho de la vida cotidiana de todos los españoles.

Es obvio que no puedo saber cuál será la decisión del Constitucional sobre este recurso ni cuánto tiempo tardará en conocerse su fallo con lo que afectaría a procesos legislativos quizá desarrollados con una mayoría que el Constitucional puede decir que no era la verdadera. Lo que sí sé es que este recurso del PSOE es lo que se llama un win/win situation para el sanchismo. Si su mayoría les da la razón, su debilidad parlamentaria se matiza. Y si no les da la razón se legitima todas las demás resoluciones en las que le darán la razón sí o sí. Sin pudor.