La 'beautiful' socialista reaparece
Detrás de esta magna operación anda Javier de Paz, el hombre de Zapatero, perejil, junto a Rosauro Varo, en todas las salsas socialistas
Vivimos en la España de las hemiplejias morales. Hacemos un mundo del beso de Rubiales mientras miramos para otro lado con los mil agresores sexuales, violadores entre ellos, que han visto reducidas las penas por gracia de una ley de este Gobierno. Como ese ejemplo, la terca realidad nos ofrece algunos más. Recuerden el escándalo de la marcha de Ferrovial, mientras algunas empresas, bancos y eléctricas incluidas, se llevan para Italia o para Miami miles de millones en beneficios. La última algarabía viene de la mano de Telefónica y la presencia del Fondo Soberano Saudí. Una empresa estratégica para cualquier país se pone en manos de los árabes en cuanto a control y de los chinos en cuanto a tecnología… y el Gobierno aparenta no saber nada. O tal vez sí sabe algo más, ya que detrás de esta magna operación anda Javier de Paz, el hombre de Zapatero, perejil, junto a Rosauro Varo, en todas las salsas socialistas que terminan dando buenos dividendos para ellos.
Nos podemos estar jugando la nación porque un iluminado quiere gobernar a toda costa, y para eso le valen hasta los 400.000 votos del otro iluminado llamado Puigdemont, mientras tanto la beautiful people socialista, hornada zapateril, se reparte la tarta. Así que si alguien tenía alguna duda acerca de si este Gobierno en funciones va a aprobar la entrada de los saudís en Telefónica, ya les anticipo que la operación saldrá adelante. Cuenta con el mejor padrino posible para estos casos: De Paz, del que desconocemos los méritos contraídos con España y el interés general.
La política económica de los distintos gobiernos socialistas se ha caracterizado por darles ventajas a empresas extranjeras para que se lleven lo mejor de nuestra economía. Felipe les hizo hueco a los italianos en las televisiones, Zapatero entregó Endesa también a los italianos y Sánchez no sabe o no se entera –o si se entera, disimula— de que nos están robando la cartera en sectores tan sensibles como el eléctrico o las telecomunicaciones. La jarana de esta sangría se hace con la colaboración inestimable y necesaria de los asesores áulicos nocturnos y diurnos. Lo menos importante: el interés general o el bienestar de los españoles. Lo dicho, el Gobierno o no se entera o no se quiere enterar, mientras tanto Nadia Calviño sigue encontrando la cesta de la compra más barata que nunca. A ver qué hacen con el sector siderúrgico y con Celsa, que no es una mujer, precisamente.