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Vidas ejemplaresLuis Ventoso

Esta es la frase más nociva de nuestra política

Y la izquierda y los separatistas la enuncian cada día como si fuese un aserto bueno y noble, cuando supone empezar a caminar hacia una autocracia

Elegir la frase más nociva de nuestra política supone una tarea ardua. Complicado quedarse con una, porque se acumulan las boberías, las boutades y las barbaridades, todo acrecentado por el gatillo fácil de las redes sociales.

Pero hay una frase que es claramente la más nociva de las que hoy repiten nuestros próceres. Se trata de la siguiente: «Es la hora de la política». La repiten todos los días los dirigentes del PSOE, Sumar y los partidos separatistas. La enfatizan con orgullo, como si estuviesen enunciando el más noble de los postulados. Pero en realidad se trata de una barbaridad, que si se llevase a su completo término liquidaría la civilización que con tanto esfuerzo hemos construido en Occidente durante siglos.

La frase «es la hora de la política» llega en un contexto muy concreto en España. Con ella, lo que están diciendo socialistas, comunistas y separatistas es que es tiempo de saltarse el caduco corsé de las leyes para que primen los intereses de determinados políticos. Es decir, las normas que han sido aprobadas por el cauce previsto, incluida la mayor de ellas, la Constitución, han de quedar en suspenso si así le viene bien a determinados partidos, que ni siquiera han ganado las elecciones.

Esta barbaridad, que liquida el Estado de derecho, se agrava en España porque se pretende que nos saltemos las leyes y las sentencias judiciales por delitos gravísimos a fin de satisfacer los deseos de unos partidos separatistas que han obtenido tan solo un 6 % de los votos en las pasadas elecciones. ¿Quieren la mayoría de los españoles que se conceda una amnistía al fugitivo Puigdemont y sus secuaces? Ni de coña. ¿Quieren que se celebre una consulta de corte separatista en la que los catalanes puedan diseñar el futuro de España sin que el resto de los españoles podamos decir ni pío? Todavía menos. Pero puede ocurrir, porque... «es la hora de la política».

La agenda de esa «política», en cuyo nombre se quieren liquidar la separación de poderes, las sentencias de los jueces y la igualdad entre los españoles, la quiere fijar un partido que acaba de perder las elecciones generales, el PSOE. Lo hará además al dictado de las minorías del 6 % que aspiran a destruir la nación española. Un disparate, un atentado contra el puro sentido común, que no ocurre en ningún otro país avanzado de nuestro nivel.

Cada vez que escuchen la frase «es la hora de la política» sepan que están oyendo a alguien que está abriendo las puertas a una autocracia. Si la política está por encima de la ley, si las normas ya no obligan a nuestros dirigentes cuando no les conviene, apaga y vámonos. El siguiente paso sería el gobierno de un autócrata, que situándose por encima de la ley establecería arbitrariamente qué conviene en nombre de «la política» (y me temo que todos sabemos que el apellido de ese timonel empezaría en este caso por «s»).

PD: Sánchez le va a dar a Puigdemont la amnistía anticonstitucional que le ha exigido. Basta con observar el silencio del Gobierno ayer al respecto. Para eso se ha ahormado además un TC al servicio del PSOE. Una pequeña duda: ¿puede el Rey, garante constitucional del «funcionamiento regular de las instituciones», proponer para la investidura a un candidato que llega con una propuesta ilegal que le ha sido exigida por un fugitivo de la justicia? El propio jefe del Estado señaló en su histórico discurso de hace seis años que el fugitivo al que ahora se pretende amnistiar había «vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado».