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HorizonteRamón Pérez-Maura

España es cada vez más amoral

Cuando la política es un modo de vida, hay que mantener el poder a cualquier precio. La amoralidad es un detalle sin importancia

Parecería increíble, pero el grado de amoralidad en España se incrementa cada día. Ya hemos hablado aquí de cómo siete millones de españoles votaron a Sánchez sabiendo que iba a pactar con quien fuera con tal de poder gobernar. Y si no lo sabían era porque no querían darse por enterados. Ahora vemos cómo Sánchez promueve exactamente lo contrario de lo que él ha defendido incluso en las últimas elecciones de hace dos meses. Pero no hay ni un solo diputado del PSOE que esté dispuesto a salir a defender lo mismo que argumentó y propuso durante la campaña de las elecciones generales. Como plantea hoy El Debate en su editorial, ya no hay ni cuatro diputados del PSOE que compartan las posiciones de Felipe González y Alfonso Guerra que son las mismas que defendían esos diputados cuando ganaron su acta hace dos meses. Éste es el grado de degradación moral que se vive en España.

Como sigue creciendo la marea y los independentistas saben que su mayor éxito es haber perdido escaños en favor del PSOE, porque el PSOE se ha vuelto más dependiente de ellos, ahora pueden pedir lo que quieran en la seguridad de que lo conseguirán. Se dice que ahora pretenden aplicar la amnistía a los delitos contra los que se haya procedido a partir de noviembre de 2014. ¿Por qué esa fecha tan singular? Pues se admiten apuestas. Pero yo estoy seguro de que es porque en diciembre de 2014 fue cuando se imputó a Jordi Pujol. Si me hubieran dicho que se pretendería hacer esto hace un lustro, hubiera considerado a quien me lo sugiriese como un demente. Hoy en día no tengo la menor duda de que lo harán. Porque España es hoy un país totalmente amoral.

Hemos visto en los últimos días cómo se ha llegado al extremo de violar la Ley desde el Congreso de los Diputados y emplear un proceder parlamentario antes de que los propios diputados lo aprueben. ¿Cómo se puede pretender que nadie cumpla la Ley si en el templo de la legislación se incumple flagrantemente lo que allí mismo se acordó en su momento?

La degradación de España es de una gravedad que nadie podía imaginar. Y en lugar de pararse a reflexionar, la cosa toma velocidad cada día. Y la razón de que nadie tire del freno en el PSOE es muy sencilla. Sánchez y todo lo que le rodea no están ahí para construir una España, no digo ya que mejor, ni siquiera a su imagen y semejanza. La única razón de su actividad política es el beneficio personal. Y saben que, si el PSOE no retiene el Gobierno de la nación, su formación política acabará como los socialistas franceses, italianos o griegos: en la insignificancia más absoluta. Y cuando la política es un modo de vida, hay que mantener el poder a cualquier precio. La amoralidad es un detalle sin importancia.