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HorizonteRamón Pérez-Maura

No nos equivoquemos, el Rey tiene razón

Yo creo que en esta hora el Rey ha tomado la vía menos mala. Porque no encargar el Gobierno a Sánchez hubiera puesto al partido sanchista a trabajar por el derrocamiento de la Corona. Y ése hubiera sido un escenario todavía peor para España

Es injusta la crítica que se está haciendo al Rey desde una parte de la derecha. Y debo reconocer que probablemente fui el primero en abrir esa vía argumental cuando el 25 de julio publiqué en estas páginas una columna titulada «El Rey tiene un as en la manga (si quiere usarlo)». Argumentaba entonces que el Rey tenía formas de no encargar la formación de Gobierno a Sánchez, algo que hizo ayer. Ahora creo que esa alternativa que yo propuse aquí hace diez semanas no era viable. Y no lo es porque somos una democracia cada vez más frágil en la que el Rey no puede contar ni con la lealtad del presidente del Gobierno. Un presidente que ha dado múltiples muestras, tanto pensadas como inconscientes –recuerden el besamanos el 12 de octubre de 2018 en el Palacio Real– de que su aspiración última es ocupar el lugar del Rey, aunque sólo sea con la vulgar apelación –franquista– de jefe del Estado. Apelación, por cierto, que genera el entusiasmo de Alberto Núñez Feijóo. Me encantaría saber con qué razonamiento.

El Rey podría haber argumentado que no encargaba la formación de Gobierno a Sánchez porque a día de hoy el Monarca no tiene constancia de que el candidato socialista cuente con más apoyo que el de su propio partido. Y sabemos que la audiencia del presidente del Gobierno en funciones duró más de la hora originalmente asignada para el encuentro. Pero al final, el Rey cedió a la presión de Sánchez. Igual que tras la primera ronda de consultas denegó el deseo de Sánchez de que se le encargase a él directamente la formación de Gobierno desde la primera ronda. Y el propio candidato socialista debería felicitarse porque el Rey se plantara entonces. Porque si a estas alturas, Sánchez sólo tiene 121 votos seguros, imagínense cómo podía haber ido una primera ronda de investidura. Pero, sobre todo, como ya ha sido dicho en esta columna anteriormente, ¿cómo hubiera quedado el Rey si no da el primer mandato al partido más votado, se la da al segundo y no sale? La acusación legítima de que el Rey estaba favoreciendo a los socialistas hubiera tenido mucha base.

La realidad ahora es que si el Rey hubiera impuesto el argumento de que no puede dar el encargo de Gobierno a Sánchez con el apoyo de unos partidos que no cumplen el mandato constitucional de ir a las consultas con el Monarca para comunicarle su intención de voto tendríamos a Sánchez llamando al amotinamiento y rebelión contra la Corona. Gana el chantajista. Ésa es otra de las diferencias con el PP y Vox. Ambos ayer reconocieron y respaldaron la decisión del Rey. Sánchez no lo hubiera hecho si el Monarca, acogiéndose a la literalidad de la Constitución, hubiera optado por dejar correr el calendario y disolver las cortes el 27 de noviembre.

Yo creo que en esta hora el Rey ha tomado la vía menos mala. Porque no encargar el Gobierno a Sánchez hubiera puesto al partido sanchista a trabajar por el derrocamiento de la Corona. Y ése hubiera sido un escenario todavía peor para España.