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Unas líneasEduardo de Rivas

Y todavía Sánchez ganaría otra vez

Se perdonaron los indultos y en enero ya veremos quién habla de la amnistía, ¿por qué no iba a ocurrir lo mismo con un referéndum?

Si hoy se repitieran las elecciones, no tengan duda alguna de que Pedro Sánchez volvería a conseguir una mayoría que le sostuviera en Moncloa. En España hay que asumir que las cosas que hace la izquierda se perdonan, se olvidan, entran en una tercera dimensión, y no importa si el PSOE pacta con Junts una amnistía para los independentistas, si le perdona 15.000 millones de euros a los catalanes a costa del resto del país o si tira por tierra el Estado de derecho y la independencia judicial. Cuando llega el momento de ir a votar, se repite papeleta. Es que si no gobierna la derecha.

Como se puede ver en la encuesta que publica El Debate este domingo, seis de cada diez que reconocen haber votado a Sánchez el 23-J lo volverían a hacer. Lo que no dice la encuesta es que al menos tres de los cuatro que quedan mienten.

Aun con todo lo que ha hecho Pedro Sánchez desde las elecciones generales y con todas las concesiones que ha dado al independentismo, el PSOE perdería como mucho nueve escaños, pero la suma de todos los partidos en los que hoy se apoya podría llegar a 175. Un empate técnico en el Congreso que obligaría a repetir los comicios.

Eso ocurriría hoy, 19 de noviembre de 2023, así que solo piensen en qué números podría llegar a conseguir en una fecha aleatoria como el 26 de mayo de 2025. Para entonces, la factoría de Moncloa ya habría asentado en la sociedad su relato tramposo de que gracias a ellos reina la tranquilidad en Cataluña y que el país necesitaba una amnistía. Sería ese el momento de dar un paso más y convocar esa consulta popular que exige Puigdemont y preguntar por la independencia. Si se perdonaron los indultos y en enero ya veremos quién habla de la amnistía, ¿por qué no iba a ocurrir lo mismo con un referéndum?

Media España se echaría a la calle, se llenarían plazas y grandes avenidas clamando por la unidad de España. El Gobierno hablaría entonces de la extrema derecha y de la derecha extrema, rebajaría las cifras de las manifestaciones y alimentaría el miedo a los que quieren resucitar a Franco. Los suyos le comprarían el discurso otra vez más y llegado el momento volverían a votar al PSOE. Porque en la izquierda se perdona todo, pero ay como Ayuso se salte un semáforo.