Puigdemont, no sea usted modesto… ¡pida más!
Tezanos ha dado argumentos incontestables a Sánchez y sus estrategas: cuanto más cede al prófugo, cuanto más desmonta España en favor de los secesionistas, mejor le va en las encuestas
Hay que reconocer que las cosas no pueden ir mejor para Sánchez y para Junts. Su relación es lo que los anglosajones llaman un win win situation. No puede ser más fructífera para los dos. Y si no, miren el resultado del sondeo del CIS publicado ayer miércoles. Tezanos ha dado argumentos incontestables a Sánchez y sus estrategas: cuanto más cede al prófugo, cuanto más desmonta España en favor de los secesionistas, mejor le va en las encuestas. En los dos últimos meses el CIS situaba al PP como el partido preferido en la intención de voto de los españoles. Según el instituto que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos, hace un mes el PP aventajaba al PSOE en un 1,4 por ciento de intención de voto. Ahora son los sanchistas los que aventajan al PP en un 1,9 por ciento. Un vuelco de nada menos que un 3,3 por ciento en un mes. Y eso sólo puede ser fruto de las políticas realizadas por el Gobierno y la mayoría que le acompaña.
Está claro que, aunque a algunos nos cueste creerlo, los españoles quieren mayoritariamente blindar a Puigdemont y que vuelva a España en loor de multitud. En aquellas provincias en las que se establecieron empresas que huían de Cataluña por los pasos dados en favor de la independencia, la ciudadanía está deseando que esas compañías se vuelvan a Cataluña por donde vinieron. Que Sánchez les presione en favor de volver a su lugar de origen es algo que al votante en Alicante o Mallorca le encanta. Que tomen el portante y paguen sus impuestos en otro sitio. Ya sabe Sánchez qué debe hacer para seguir creciendo en las encuestas: debe aceptar el blindaje del prófugo frente a cualquier intento de detenerlo, debe extender el número de beneficiados por la Ley de Amnistía teniendo como objetivo principal a la amplia familia Pujol, tan necesitada toda ella de evitar un ingreso en prisión. En la misma línea es imprescindible que la amnistía permita a Artur Mas librarse del pago de una multa de 5 millones de euros. Eso es intolerable. Pobre Artur. Y Carles Puigdemont y Pere Aragonès, por una vez de acuerdo, deben ser satisfechos simultáneamente con el total levantamiento de los secretos que protegen la información del caso Pegasus. ¿Qué es esto de que el CNI pueda pinchar llamadas de los que quieren romper España? Bajo ningún concepto. Sánchez tiene que ceder ante el de Waterloo y ordenar al CNI que facilite al prófugo y al presidente de la Generalidad toda la información de la que dispongan y pueda tener un remoto contacto con su intento de conseguir la secesión de Cataluña. Las misiones de la inteligencia española deben ser completamente replanteadas. No se entiende por qué Puigdemont no pide más. Sabe que se lo van a dar. No sea usted modesto president, pida más. Pida todo.
El escenario político español es cada día más una opereta bufa. Hemos llegado al ridículo total. El Financial Times dedicaba ayer un amplio reportaje a España bajo el titular «La amnistía española a los separatistas provoca una reacción de los inversores». Y la reacción que se recoge de esos inversores no es buena. Pero esos votantes no parecen estar en el radar del CIS de Tezanos. Aunque Sánchez no tiene que preocuparse. Lo importante es el voto de la clase trabajadora. De los inversores ya se ocupará él. Se van a enterar.