El sanchismo se despeña
Quienes llevan semanas promoviendo la idea de que hay que reemplazar a Núñez Feijóo en la Presidencia del PP harían bien en concentrarse más en argumentar públicamente la victoria incontestable del PP y recordar como el PSOE hoy no es más que la muleta del independentismo vasco y gallego
Por más que los medios afines estén difundiendo la teoría de que el gran vencedor este domingo fue el Bloque Nacionalista Gallego y su candidata, Ana Pontón, lo cierto es que con ello sólo pretenden disimular el batacazo del PSOE, cuya representación se reduce a un dígito, como la de Democracia Ourensana, que ésa sí que fue la sorpresa de la noche. Bofetada que sólo tiene una explicación: las políticas del sanchismo, como es lógico, afectan a sus candidatos en otras elecciones. Y las de Yolanda Díaz también. El gran derrotado ayer fue el sanchismo que encarnan el presidente y la vicepresidente segunda.
Habrá quien quiera culpar al PP del auge del BNG, pero la realidad es que desde hace décadas el electorado gallego se divide en dos bloques entre los que rara vez hay un trasvase de votos relevante. Vox nos quiere convencer de que el PP ha engordado el nacionalismo gallego, pero los resultados de estas elecciones demuestran con datos que quien ha engordado al Bloque es el PSOE. Son sus votos los que ha ganado Ana Pontón. El PP casi repite el porcentaje de 2020. Apenas ha perdido medio punto porcentual. Y el 2,2 por ciento que logra Vox resulta irrelevante a todos los efectos. Aunque al menos sus votos no parece que hayan influido demasiado en el resultado final del PP.
Que el partido de la vicepresidente del Gobierno haya conseguido 0 de los 75 escaños que estaban en juego es una muestra muy clara de dónde está el índice de popularidad de Yolanda Díaz en su tierra natal. Y de su verdadera relevancia política. Lo suyo es la inanidad. Incluso cuando saca de la portavocía de Sumar en las Cortes a Marta Lois para enviarla como candidata. No es éste mal momento para volver a publicar las fotos de Yolanda Díaz, Marta Lois e Íñigo Errejón recogiendo pelets en las playas gallegas. Creo que el electorado sintió que les estaban llamando imbéciles.
Durante diez días se ha estado dando cera a Alberto Núñez Feijóo por una declaración off the record que El País filtró con su propio enfoque y la mayoría del Equipo Nacional de Opinión Sincronizada compró y agrandó. Las declaraciones públicas de Feijóo siempre sostuvieron lo opuesto de lo que se le atribuía al presidente del PP. Pero se empezó a correr la voz de que el PP se estaba desinflando en Galicia por el «enorme» error de Feijóo. Admito que a mí mismo me afectó, como se puede ver en mi columna del pasado viernes Galicia pinta mal.
Pues va a resultar que a Núñez Feijóo y al PP no le ha venido mal esa tormenta. Porque parece que el decir a los gallegos que Feijóo piensa lo que no piensa y que pueden acabar en manos del BNG con el PSOE de comparsa ha motivado una nueva mayoría absoluta del PP.
Quienes llevan semanas promoviendo la idea de que hay que reemplazar a Núñez Feijóo en la Presidencia del PP harían bien en concentrarse más en argumentar públicamente la victoria incontestable del PP -veremos si el voto de la emigración no le da un escaño más- y recordar como el PSOE hoy no es más que la muleta del independentismo vasco y gallego. Todavía no lo es en Cataluña, pero si es necesario serlo para seguir manteniendo a Sánchez en Moncloa, vendiendo España, lo será.