El comodín del libro de familia de Ayuso
El laboratorio donde mejor se blanquea la basura, el Palacio de La Moncloa, ha decidido superarse a sí mismo
Hoy España tenía plancha: el Senado va a aprobar la comisión de investigación de las mordidas del caso PSOE y Pedro Sánchez va a responder, por primera vez en esta legislatura, a las preguntas del PP en esa misma Cámara sobre la trama corrupta. Así que el laboratorio donde mejor se blanquea la basura, el Palacio de La Moncloa, ha decidido superarse a sí mismo: si uno no tiene argumentos para defenderse de la peor corrupción institucional que ha sufrido España –la amnistía– o de la económica –Koldo y Ábalos– se ordena la cacería contra la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso como comodín; y la misma jauría que se comporta como un caniche con los escándalos de Sánchez se convierte en un pitbull contra la presidenta de la Comunidad.
Quemado el cartucho de su hermano, manoseada la nauseabunda manipulación sobre la muerte de los ancianos en las residencias madrileñas durante la pandemia, ahora el objetivo es el compañero sentimental de la presidenta, al que –albricias– según un periódico amigo, se le investiga por parte de la Fiscalía por un presunto fraude fiscal cuando todavía no era ni la pareja de la líder madrileña. Lástima que los mismos que piden ahora las sales no tengan la misma exigencia moral para denunciar el comportamiento tan poco ético de la mujer de Sánchez y de él mismo con la trama de los Koldo y Air Europa. Begoña, ella sí, cónyuge del presidente, residente en Moncloa y abocando a su marido a un claro conflicto de competencias. Pero ya lo dijo María Jesús Montero: a las familias hay que dejarlas al margen. Sobre todo, a la famiglia Sánchez.
Isabel Natividad Díaz Ayuso atesora los insultos más gordos de la sanchosfera: la llaman IDA, asesina de ancianos, trumpista, fascista, incompetente, supremacista, hija de... Como los periodistas a sueldo y los estómagos políticos agradecidos no logran ganarla en las urnas, quieren aniquilarla civilmente. Si Koldo roba dinero público con el visto bueno del número 3 del PSOE en la pandemia, a Ayuso inopinadamente le sale una pareja que defrauda a Hacienda. El mismo día que la UCO ultimaba su investigación sobre la trama socialista de las mascarillas, Pedro Sánchez insultaba a su hermano, una persona anónima, mintiendo desde Marruecos al sostener que no se le había investigado cuando el presidente sabía que había tenido a dos fiscalías, la española y la europea, tras sus pasos y nunca pudo acusarle de nada. Y nada es nada. Y de la nada, ha salido hoy una querella de la fiscalía. Veremos la verosimilitud de la noticia, pero el movimiento teledirigido para distraer al personal de la plancha del Senado es, como poco, obsceno. Vamos a ver si también falso.
Los progres, a los que dio un revolcón en las urnas sin perder su flemática sonrisa y sus modales educados, primero la ignoraron, luego se burlaron reduciendo su hoja de servicios a su labor como gestora de la cuenta de twitter del perro de Esperanza Aguirre, para finalmente descalificarla con denuedo, tarea para la que han echado mano incluso de su acrónimo, IDA, un auténtico compendio de machismo, agresividad y banalización de un trastorno mental..
Ayuso ha birlado a la izquierda la bandera de la calle y eso duele. Relegó al PSOE al tercer lugar en las elecciones de 2021 y mandó al sofá de Galapagar a Pablo Iglesias. Por no hablar de su indómita política frente al cerrojazo que le impuso Sánchez en pandemia. Imperdonable. Por eso Bolaños, el que se coló de forma ridícula en una fiesta madrileña sin invitación, está más ocupado en poner a todas las instituciones a buscar escándalos en el libro de familia de Ayuso que a perseguir a un forajido que, él sí, defraudó, malversó y delinquió pero permite a su jefe pernoctar en Moncloa. Amnistía para unos y sospechas habituales para otros. Félix, descansa, que te lo mereces.