Afloja, Polonio
Polonio necesita ahora subir la parada, y es la razón por la que cambia el tono, le da igual lo que diga DAESH, entonces culpa a Ucrania, con el pretexto de que arrasará sin piedad
Mis sinceras condolencias a las víctimas del teatro de Moscú que murieron asesinadas bajo el ataque de DAESH –dado que la propia organización islamo-terrorista lo ha revindicado el criminal asalto, no una, en dos ocasiones, y luego han mostrado fotos de los participantes en la mencionada agresión.
No es para nada raro que Rusia se vea agredida por el grupo islámico izquierdoso, pues en los últimos años han ocurrido en ese país cerca de 17 actos terroristas, recordemos el más parecido que hoy nos ocupa, el del Teatro Dubrovka en el 2002, perpetrado por 50 chechenos, que costó la vida a 170 personas e involucró como víctimas también a 850 rehenes.
Sin embargo, a diferencia del comportamiento de Polonio en el 2002, que lo condujo a un control mayor del Gobierno con relación a Chechenia, y una actuación más comedida, aunque trastabillante, pero de alguna forma triunfante, esta vez no ha podido escapar a la acusadora y no menos cierta observación de haber demorado más de 24 horas en aparecer para concluir una respuesta; y cuando lo ha hecho no ha mencionado ni siquiera al estado islámico, tras conocerse la declaración de DAESH, sino que por el contrario culpó directamente a Ucrania. Afloja, Polonio, que se te está viendo demasiado el costurón.
Es evidente que, frente a esta reacción, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelenski se viese en la obligación de aclarar, con un tono bastante justo y alto de tono, que no sólo Ucrania no había tenido nada que ver con esto, sino que además no iba a permitir que se le encauzara una vez más sin pruebas, y mucho menos que se le amenazara de la forma en la que Polonio se aventuró a hacerlo, a la brava.
Polonio, afloja que se te nota demasiado la bizquera en medio de ese globo inflado con silicona en que has transformado tu cara de concreto armado mientras mientes, como sólo saben mentir los desquiciados y los criminales.
Muchos se preguntan, pero ¿cómo es posible que después de que DAESH se haya incriminado mediante comunicado y haya mostrado con foto y todo a unos terroristas sanos y a salvo Polonio se atreva a enseñar en un vídeo a cuatro frikis faltae’caldero, flacos a más no poder, que confesaron que habían cometido la acción terrorista por cinco mil euros, cual hombres de Taured salidos de ninguna parte? Polonio anda más desatado que nunca.
La intervención turulata de Polonio es muy probable que tuviera que ver con un cambio de estrategia militar en esta guerra que lanzó él mismo y nadie más tras una invasión a un país democrático. Polonio necesita ahora subir la parada, y es la razón por la que cambia el tono, le da igual lo que diga DAESH, entonces culpa a Ucrania, con el pretexto de que arrasará sin piedad. Bueno, como lo ha hecho hasta ahora, pero a mayor escala.
Sí, lo sé, algunos simpatizan con Polonio. Yo no. Sinceramente, no puedo simpatizar con alguien que el 11 y 12 de julio del 2022, tras las multitudinarias manifestaciones pacíficas en las calles de Cuba, fue el primero en advertir que el que se atreviera a invadir Cuba –como habíamos pedido a Estados Unidos que hiciera más de 400 mil cubanos mediante firmas en Change.org– provocaría que Rusia se entrometiera con el único fin de defender al régimen.
No puedo simpatizar de ninguna forma con Polonio después de que mucho antes envenenara a algunos de sus opositores, o los tiroteara, como hizo con la periodista ruso-ucraniana Anna Politkóvskaya, o más recientemente acabara con la vida de Alekséi Navalni en una férrea prisión stalinista-putinista. Y, menos que menos, después de obligar a hambreados soldados cubanos a participar de una guerra que en nada les sirve a ellos ni a Cuba.
Sé que algunos cubanos adoran a Polonio, porque afirman erróneamente que es el único que defiende a Occidente; sí, cómo que no, cómo no dudarlo siendo el amigo número uno de los mollah iraníes y de los creadores del virus del PCCH; y esos cubanos para colmo añaden que es además socito fuerte de Donald Trump. Espero que Donald Trump no sea tan cometrapo como para creerse que Polonio fue o pudiera ser su compinche. Porque si es así, si fuera así, yo misma lo dejaría en eso, porque a mí sí que no me caza nadie, ni me caso con cualquiera. Por cierto, ahora que lo menciono, espero que el Moñe haga de una franca vez lo que debió de hacer con el régimen castrista desde el primer mandato, y no se dedique otra vez a contentar a la oposición socialista venezolana que lo desprecia. Espero que pulverice al régimen castrista mientras el títere y su retaco bailotean un casinete y el Bizco le cambia el pámper a su padre la RaulaFraudeLight.