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GaleanaEdurne Uriarte

El nivel cero de euskera de Nico Williams

Nico Williams, con nivel cero de euskera, está eximido de contribuir a la construcción de la etnia nacionalista basada en la lengua. El resto de los vascos es obligado por decreto

Hay un vídeo que circula por las redes sociales en el que preguntan a la estrella del Athletic de Bilbao, Nico Williams, por su nivel de euskera, y el jugador contesta con una sonrisa de oreja a oreja que «nivel cero». Lo que no le ha impedido triunfar en el Athletic, y al igual que su hermano Iñaki, ser adorado por todos los vizcaínos. No solo por lo grandes jugadores que son, sino también por su enorme simpatía y carisma y por su admirable historia familiar de esfuerzo para llegar a donde han llegado.

Nico representa el fracaso de aquel famoso deseo de Xabier Arzalluz, «yo prefiero a un negro, negro, que hable euskera que a un blanco que lo ignore». Y también una de las grandes contradicciones del PNV, esa tensión entre el objetivo de crear una nación étnica basada en la lengua, el euskera, y el objetivo de ser un partido mayoritario. Para lo primero, impone el euskera a una sociedad donde solo lo habla una minoría; y para lo segundo, tiene la inteligencia, por ejemplo, de no hacer lo que el nacionalismo catalán con el Barça y de apostar por un Athletic despolitizado y seguido por votantes de todos los partidos políticos. Se ve habitualmente en San Mamés, y se vio el jueves con la gabarra, una celebración masiva y feliz de toda la sociedad vizcaína, de todos los colores políticos.

El PNV reconoce en la práctica que la raza de Sabino Arana no existe, pero insiste en construir una etnia basada en la lengua. Para lo que niega al español su condición de lengua de los vascos, y, además, oculta la realidad de que solo una minoría domina el euskera, un 30 por ciento con nivel alto de comunicación verbal, según las respuestas a la encuesta preelectoral del CIS. Y eso después de más de cuarenta años de políticas masivas de enseñanza, promoción e imposición del euskera. Por un factor fundamental que el nacionalismo vasco se resiste a reconocer, y es que, a diferencia del gallego y el catalán, el euskera es una lengua extremadamente difícil para los no nativos, lo que dificulta enormemente el bilingüismo en español y euskera.

Pero siguen con la farsa de una realidad que no existe, y, lo que es peor, con unas políticas que discriminan a una parte de la sociedad. Puedes triunfar en el Athletic y en el resto de equipos vascos, aunque tu nivel de euskera sea cero. Pero, sin embargo, lo tienes crudo en otros muchos campos, donde lo que cuenta no es tu brillantez, como afortunadamente le pasa a Nico Williams, sino tu dominio del euskera. Lo está recordando Javier de Andrés en la campaña electoral, con ese expresivo y revelador ejemplo de lo que ocurre en el deporte vasco.

Si eres, por ejemplo, un joven y brillante politólogo o sociólogo, pero no dominas el euskera, no podrás enseñar en la Universidad del País Vasco, donde prácticamente todas las plazas de profesor se ofertan exclusivamente en euskera. A pesar de que solo la mitad de los estudiantes vascos elige grados en euskera, y a pesar de que la lengua usada por la inmensa mayoría es el español. Nico Williams puede triunfar en el Athletic, eximido de contribuir a la construcción de la etnia vasca. El resto, la inmensa mayoría, no tiene ese privilegio, sino que, por decreto, está obligado a participar en la construcción de esa etnia que tan expresivamente definiera Xabier Arzalluz.