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HorizonteRamón Pérez-Maura

Bildu y Podemos: es la misma cosa

La izquierda española ha evolucionado en dirección contraria en ese ámbito y ahora promueve a los partidos nacionalistas e independentistas como sus socios naturales, lo que nunca fueron. Y algunos ni siquiera proclamaron nunca de ser de izquierdas. Como el PNV

Una de las referencias que dejó el resultado del pasado domingo en las Provincias Vascongadas es el daño que ha hecho la izquierda española en general y el actual Partido Socialista Obrero Español en particular, a la unidad de España. El internacionalismo que promovía Carlos Marx pretendía terminar con las fronteras y unir a los trabajadores del mundo entero. Recuerden «Arriba, parias de la tierra…» Ni de Alemania, ni de Rusia. «De la tierra». La izquierda española ha evolucionado en dirección contraria en ese ámbito y ahora promueve a los partidos nacionalistas e independentistas como sus socios naturales, lo que nunca fueron. Y algunos ni siquiera proclamaron nunca de ser de izquierdas. Como el PNV.

Esa nueva orientación le permite al sanchismo seguir siendo el que otorga el poder en el Parlamento Vasco gracias a la enorme fragmentación de esa cámara: seis listas electorales obtuvieron representación. El PSOE logró el 14,22 por ciento de los sufragios, lo que le mejoró su porcentaje de voto respecto a 2020 en un 0,77 por ciento. Eso le ubicó en tercer lugar. En las elecciones gallegas del pasado 18 de febrero, sólo tres partidos obtuvieron representación parlamentaria. El PSOE consiguió prácticamente el mismo porcentaje que en las Provincias Vascongadas: 14,07 por ciento. Eso también le situó como tercero. Pero tercero de tres.

Es muy interesante el caso de la ultraizquierda española en ese territorio. En las elecciones de 2016 Podemos se convirtió en la tercera fuerza de la comunidad por delante de PSOE y PP. Desde allí el voto de la ultraizquierda española ha quedado reducido a un escaño de Sumar en Álava. A lo largo de los últimos años ese voto ha ido engordando el de Bildu y la enorme subida del pasado domingo no puede entenderse sin la incorporación de la práctica totalidad de los votantes de Podemos. ¿En qué creen esos votantes?

La izquierda española ha dejado de tener ninguna coherencia. Bildu y Podemos son la misma cosa para sus electores. Y como el objetivo de Sánchez es comerse todo el voto que tiene a su izquierda, si esa izquierda es intercambiable con los independentistas, habrá que entenderse con ellos. Que cada vez son más imprescindibles para quien encabeza un partido que la última vez que ganó unas elecciones fue hace cuatro años en Cataluña. Y no pudo gobernar. Como tampoco creo que lo pueda hacer tras las elecciones del 12 de mayo. Pero ya sabemos que el objetivo de Sánchez es conseguir el resultado que sea con tal de poder seguir él en la Moncloa.