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HorizonteRamón Pérez-Maura

Lo que va a hacer Puigdemont

Alejandro Fernández, el candidato del PP, es un tipo de ideas claras y que sabe que el primer problema de Cataluña es lo que le viene encima con el fugado. Y ése es el único tema de campaña

El resultado de las elecciones al Parlamento Vasco demuestra que, aunque el PP tuviera una subida relevante, casi un 2,5 por ciento, no fue capaz de cambiar el escenario que se planteaba y eso apenas le rindió en términos de diputados. Sólo ganó uno. ¿Acertó en los temas de la campaña? Parece evidente que no. Los temas de urbanismo, medio ambiente, vivienda o sanidad están muy bien. Pero no pueden ser el centro de la campaña del PP en el País Vasco o en Cataluña. Sí pueden serlo de Bildu o de Junts, que no quieren que se hable de los verdaderos problemas de ambas regiones que los dos han contribuido tanto a crear. Pero el PP no puede tener un acto de campaña electoral en Guecho y hablar de los problemas de vivienda. Hombre, no sé yo si en Las Arenas, que es uno de los barrios de Guecho, la vivienda es una gran preocupación de los vecinos. Yo más bien apostaría a que estaban deseando escuchar una posición más firme contra lo que representa Bildu y no una discusión sobre quién tiene un mejor programa para enfrentar el desastre de la gestión de la sanidad vasca. Eso también es muy relevante, pero quizá no sea lo prioritario para los guechotarras.

Traigo esto a colación porque el siguiente gran reto del PP es la elección del 12 de mayo en Cataluña. Dentro de 19 días. Ahí el PP tiene un candidato del que apuesto que no se dedicará a hablar de la vivienda. Probablemente sí un poco de la sequía porque es un ejemplo perfecto de la incompetencia de la gestión de los independentistas, que se gastan todo el dinero en proyectos soberanistas ridículos, en lugar de gestionar las necesidades más básicas de la población, la primera de las cuales es el agua. Sin agua sólo hay muerte.

Alejandro Fernández, el candidato del PP, es un tipo de ideas claras y que sabe que el primer problema de Cataluña es lo que le viene encima con el fugado. Y ése es el único tema de campaña. Puigdemont ha dicho que vendrá a España –él dice a Cataluña, pero yo digo a España– a la sesión de investidura. Apuesto a que miente. Él se va a presentar en territorio nacional, probablemente en la frontera con Francia, cualquier día de éstos. Puigdemont quiere ser detenido y pasarse un par de noches en el calabozo. Tampoco más, que por muchas comodidades que le ofrezca la Generalidad en una eventual prisión, tampoco le van a dar las comodidades que logró Pablo Escobar en «La Catedral». Y hasta Escobar se acabó fugando de aquel serrallo.

Puigdemont y todos sabemos que su mayor éxito en la campaña electoral sería la foto de su detención por la Policía. Y él va a obtener esa foto en el momento oportuno porque sabe que Sánchez sigue necesitando su apoyo para permanecer en el poder y al final acabará cediéndole la Presidencia de la Generalidad y defenestrando a Salvador Illa, que es un cero a la izquierda. Se admiten apuestas.