Fundado en 1910
Cosas que pasanAlfonso Ussía

Independencia

Después de las últimas adquisiciones de campos vecinos, «La Jaralera» ocupará un territorio de 54.800 hectáreas. Se trata de un territorio autosuficiente, sin contar las 29.000 hectáreas reservadas a la caza.

Será la noticia bomba ya entrado el otoño. Don Cristián Ildefonso María de la Regla Ximénez de Andrada, Belvís de los Gazules, Valeria del Guadalén y Hendings, VIII marqués de Sotoancho, declarará unilateralmente la independencia de «La Jaralera», estableciendo su capital en la localidad colindante con la inmensa finca, Guadalmazán del Marqués. Lo tiene todo preparado y el apoyo de la Unión Europea. No se independizará de España, lo cual le permitirá mantener el euro como moneda. Pero proclamará el Estado Asociado a España del Principado de La Jaralera, convirtiéndose en el momento de la declaración unilateral, en Príncipe de Sotoancho y de Branderkirchen-Volga, principado inventado para la ocasión, chulísimo, por cierto.

Después de las últimas adquisiciones de campos vecinos, «La Jaralera» ocupará un territorio de 54.800 hectáreas, muchas más que los estados del Vaticano y San Marino. Se trata de un territorio autosuficiente, con ganadería vacuna, ovina y porcina, huerta, y grandes extensiones de trigo, maíz y cebada, sin contar las 29.000 hectáreas reservadas a la caza.

Hace veinte años, en «La Jaralera» habitaba una docena de linces, y gracias a los desvelos del marqués, hoy puede presumir de acoger a más de 200 ejemplares. La caza reportará al nuevo Estado asociado a España, una buena parte de su presupuesto. Abundan los venados, jabalíes, gamos y muflones. En la «Sembraera», miles de conejos y perdices bravas. Y en la albariza de los Juncos, y las lagunas del Guadalmecín, los patos azulones, las cercetas, flamencos, porrones moñudos, tarros canelos, patos malvasía y mandarines. También faisanes silvestres y avutardas. Se han censado ocho lobos, que podrán ser abatidos a precios considerables. Y el marqués y futuro Príncipe de Branderkirchen-Volga, ha llegado a un acuerdo con Inditex y Mercadona para instalar en su territorio un complejo de «Zara» y un supermercado.

Barca

Los naturales y vecinos de «La Jaralera» serán llamados «jaralenenses», se admitirán los partidos políticos de derechas, y se aceptarán inmigrantes siempre que estos se comprometan a asumir las ancestrales costumbres del nuevo Estado. La religión oficial será la católica, si bien se tolerará la ortodoxa griega, la ortodoxa rusa y la judía. Los incapacitados para acoplarse, serán depositados en Andalucía y que sea lo que Alá quiera. El equipo de fútbol de Guadalmazán del Marqués, propiedad del Príncipe, acordará con la RFEF y la UEFA su inclusión en la Primera División de la Liga española, y serán contratados todos los futbolistas del Barcelona que se queden sin cobrar lo estipulado en sus contratos, incluido Lamine Yamal. «La Jaralera» tendrá un ejército moderno, restringido a fuerzas terrestres y una división de drones. Justicia dependiente del poder ejecutivo –como en España–, y absoluta libertad para que la marquesa y futura princesa, puede hacer negocios valiéndose de su condición, también como en España.

Ondearán tres banderas. La de España, la de la UE, y la del Estado asociado de «La Jaralera», que será de color verde carruaje con doce estrellas amarillas, que rendirán homenaje a las primeras 12.000 hectáreas de 'La Jaralera', que fue su extensión inicial cuando fue adquirida por el II marqués de Sotoancho en 1756. No se admitirán transexuales, binarios, fluidos y demás cosas. Y no se organizarán semanas del Orgullo Gay ni del Orgullo Guay, ni del Orgullo de nada, por razones de buen gusto.

La proclamación será definitiva, y no huirá el marqués y futuro príncipe metido en la maleta de un coche circulando por túneles, porque no hay túneles en su territorio. El marqués no robará por la sencilla razón de que se robaría a sí mismo, pero si se diera el caso, lo haría con plena libertad y sin límite alguno, como en España.

Y los vítores oficiales se ajustarán a «¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva 'La Jaralera' y ¡Viva el príncipe de Branderkirchen-Volga!

Se acerca el otoño.