La máquina del fango
Hay un ejercicio muy fácil que devuelve de inmediato el sentido embotado, y hasta lo aguza: se trata de imaginar a Biden en la situación de Trump y aventurar los titulares de Amber Capital y 'La Sexta'. Habrían llamado a la guerra civil preventiva en EE.UU.
A la prensa del régimen, y en particular a la de Amber Capital, solo le ha faltado poner «lástima» en sus titulares. «Lástima que Trump girara la cabeza en ese momento». Es difícil arrojar tanto fango y revolcarse en él con tanta entrega. Tiene que ser la famosa máquina que alguien rescató de la ultima novela de Umberto Eco para regalarle a Sánchez el mantra que acompañará la vuelta de la censura. Hay que ser de naturaleza muy sucia, hay que ser catedrático extraordinario de la roña por la Complutense para informar así sobre un intento de magnicidio: «Donald Trump, evacuado de un mitin político tras detonarse varios disparos» (web de La Ser); «Dos víctimas en este incidente: un miembro de la audiencia y el tirador» (La Sexta en X); «Trump, evacuado de un mitin por el servicio secreto tras sufrir un aparente atentado» (El País), con el lead «El expresidente estaba interviniendo cuando se ha llevado la mano a la cara tras oírse unos posibles disparos y se ha ido con algo de sangre». Hay mucho más, pero esta muestra pestilente basta para entender el juego. Acerquémonos con mascarilla muy egoísta, de inspector de fosas sépticas.
La Ser y la nada: se detonan varios disparos. Algo así como lanzar petardos en una verbena, pero pocos. ¡Varios disparos! Ah, que se detonan, nada, nada. «Varios» suena a poco en el mundo de la pirotecnia. Si son disparos, uno es demasiado. Y está la indecencia del verbo detonar, y el pronombre de lo impersonal. Es que no se sabia quien era. Bueno, bueno, para esta y ulteriores pérdidas de olfato, hay un ejercicio muy fácil que devuelve de inmediato el sentido embotado, y hasta lo aguza: se trata de imaginar a Biden en la situación de Trump y aventurar los titulares de Amber Capital y La Sexta. Habrían llamado a la guerra civil preventiva en EE.UU. y a la prohibición de Vox en España aprovechando sus buenas relaciones con Trump, a quien por supuesto culparían del atentado en un nanosegundo. Una especialidad de la izquierda: los que han creado el clima, etc.; los que han demonizado al adversario político, etc.
Por supuesto, lo que merece la izquierda (a la que no pertenezco porque no soy idiota, como dice Nacho Cano y yo invito a repetir) es un tratamiento similar: sin esperar a investigaciones, más allá del concreto ejecutor, la culpa es del Partido Demócrata, del New York Times, de la CNN –y de paso del PSOE– por el vilipendio y cosificación de Donald Trump, un ser humano que sangra. Acabemos: para La Sexta, un atentado con varias víctimas es un «incidente» (lástima que girara la cabeza), y el asesino es una «víctima». Asegúrate la mascarilla profesional. Para El País, nuestro ejercicio: disparan a Biden, que se salva de milagro entre gritos de terror y disparos. ¿Aparente atentado? ¿Posibles disparos? ¿Algo de sangre? ¿O más bien «Un atentado con la firma del trumpismo»? En vilo esperando su opinión.