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Luis Garcinuño

Luis GarcinuñoInstitución Gran Duque de Alba

Luis Garcinuño (1942-2024)

Pilar de la cultura abulense

Desde la docencia y a través de la Institución Gran Duque de Alba, contribuyó a potenciar y difundir el legado historiográfico de Ávila y su provincia

Luis Garcinuño

Luis Garcinuño González

Nació en Ávila el 31 de enero de 1942 y falleció en Peñalba de Ávila el 9 de julio de 2024

Doctor en Filología, profesor de Instituto y docente universitario, su legado intelectual se centró en el estudio de los adverbios; mientras que su actividad divulgativa estuvo canalizada a través de la Institución Gran Duque de Alba.

Luis Garcinuño González encarnaba, cumpliendo prácticamente todos los requisitos, al intelectual de ámbito local –despectivamente tildado, con cierta frecuencia, de provinciano– dedicado en cuerpo y alma a investigar, ordenar y difundir la cultura de su tierra. Una labor de amplio recorrido no siempre valorada a nivel nacional. En el caso de Garcinuño, la tierra era Ávila, en cuya capital nació y en uno de cuyos municipios, Peñalba, ha fallecido.

La primera etapa de su andadura profesional transcurrió en la enseñanza secundaria, como profesor de Lengua Española en diversos centros abulenses como el «Isabel de Castilla», el Colegio «Las Nieves», el «Medalla Milagrosa» y en el Centro de Adultos en la Escala de Maestros. Fue a partir de la década de los ochenta cuando comenzó a colaborar en la Institución Gran Duque de Alba –creada en 1962 y dependiente de la Diputación Provincial de Ávila– de la que fue secretario académico durante 33 años. Estaba previsto que le hiciesen miembro de honor en la próxima asamblea general, que se celebrará el próximo mes de diciembre.

Un nombramiento más que merecido, pues Garcinuño contribuyó a hacer de la entidad un referente de influencia intelectual. Lo hizo a través de su publicación «Cuadernos Abulenses», en la que, además de coordinarla, escribió diversos artículos. En uno de ellos, «Un viaje al pasado abulense: del Siglo XXI al Medievo», reflexionó sobre la evolución general de Ávila a lo largo de más de 700 años.

En otro, más complejo y dirigido a lectores más advertidos, y titulado «Una aproximación cuantitativo-cualitativa a los adverbios de lugar en la documentación medieval abulense», entró de lleno en su especialidad. Pues Garcinuño era, asimismo, doctor en Filología por una tesis sobre la «Sincronía espacio-temporal y diacronía de los adverbios terminados en 'mente' en la documentación medieval abulense del registro general del sello (1467-1504)». La defendió en la Universidad de Salamanca, de la que también fue docente.

Mas no se olvidaba del gran público: en otra revista escribió sobre el entorno de la Sierra de Gredos, artículo de gran utilidad para entender uno de los espacios naturales más visitados de España.

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