Por qué la vivienda está tan cara
Pues porque en España te da más garantías una web extranjera que nuestra ley de vivienda
Estar de vacaciones es una oportunidad perfecta para comprobar que buena parte de España vive completamente desinformada, y que las cuitas que aquí nos ocupan le son ajenas a mucha más gente de la que sería deseable. Lo notas en la conversación con amigos, cuando observas que muchos no saben quién es Barrabés o que el hermano de Sánchez cotiza fuera el sueldo que le pagamos. También en las omisiones deliberadas de algunos telediarios, donde no hay amnistía ni software de la Complutense que valga si pueden empezar el informativo diciendo que hace calor en Sevilla y que por favor «no hagan deporte en las horas centrales del día».
Como decía, muchos no ubican a Barrabés y desconocen los hechos principales por los que investigan a la mujer de Sánchez, pero casi todos tienen una opinión formada sobre dos asuntos: la declaración de la Renta y el precio de la vivienda en España.
Hay un informe reciente del portal de Idealista (al que por su naturaleza no podrán etiquetar en Moncloa como pseudomedio) que asegura que la oferta de alquiler ordinario en España ha caído un 15 % desde que se aprobó la ley de vivienda hace apenas un año. Por otro lado, la oferta de alquiler de temporada o vacacional ha subido un 56 %. Es decir, ha ocurrido justamente lo que dijeron que venían a combatir. ¿Y qué esperaban, pienso yo, con una norma que protege al incumplidor y desnuda al propietario?
Vivo en Madrid, dentro de la M-30, y sé lo que es dormir pared con pared con un piso turístico: un infierno muchas noches. También he tenido encima una inquiokupa, mucho menos ruidosa, pero que dejó de pagar más por jeta que por necesidad, pues no conozco muchos pobres que se muevan en Cabify. Y sé del dolor de quien se encuentra su casa, años después, completamente desbaratada.
Yo solo tengo una casa y aún la estoy pagando pero, con la mano en el corazón, ¿dónde pondría usted su piso: en el alquiler vacacional o en el ordinario? ¿Qué elige, dejar su casa a un turista que tiene un billete de vuelta a Londres dentro de tres días o a uno que, si deja de pagar, le lleva una eternidad echarlo? ¿Qué prefiere, que duerma en su piso una groupie de Taylor Swift, que paga por adelantado y no se quejará porque anoche goteó la cisterna, o tener a un inquilino al que arreglarle la lavadora? Yo lo tendría claro, como el 56 % de los dueños que se han subido a este modelo que, repito, a mí me arruinó varias noches.
La pena es que en este país te dé más garantías una web extranjera que tu propia ley de vivienda. Y eso es culpa únicamente del que gobierna.