En la Moncloa
La gran noticia es ésta. Puigdemont está huido de España en el chalé del Presidente del Gobierno de España
Entiendo que me dispongo a hacer pública una noticia de nivel internacional, pero lo hago desde la modestia, la humildad y la discreción. Le debo la información, directa y presencial, a mi pariente Wenceslao Astorqui-Allende y Ussía, que volvía a Madrid circulando por la A-6, que cubre el tramo desde Sanchidrián hasta Madrid por la autopista de La Coruña. Wenceslao viajaba acompañado por la aspirante y favorita en el concurso de «Miss Villalpando» que se celebrará, Dios mediante, en los primeros días de octubre. Wenceslao ocupa el cargo de Director General Adjunto de Concursos de Misses de localidades que no alcanzan los 15.000 habitantes. Un empleo para el que se necesita mucha afición y coraje.
Ante la demanda de una urgente micción por parte de la aspirante a «Miss Villalpando», Wences abandonó la autopista en Villacastín, donde se ubica un restaurante de carretera, unido a una estación de servicio, denominado «La Pasarela». Me excedo en datos concretos para demostrar la veracidad de la noticia universal que me propongo regalar a los lectores de El Debate. Cumplida la micción, la bella miss castellana –no adelantemos acontecimientos, la bella aspirante a Miss Villalpando–, algo más relajada, ocupó su asiento en el coche de Wences –así le llamamos en la familia–, y retomaron la autopista camino de Madrid. La distinguida señorita padece de potomanía, es decir, la necesidad imperiosa de beber litros y litros de agua cada día, lo que le obliga a desbeberlos con insistente frecuencia. Y en Villacastín, después de desbeber lo que había bebido en Tordesillas, se tragó una botella de litro de agua mineral. Se contaba del actor Juan Espantaleón, también potómano, al que se rindió un multitudinario homenaje en el Hotel Fénix de Madrid a finales de los años cuarenta, que tuvo que interrumpir en dos ocasiones su discurso de agradecimiento para acudir al cuarto de baño. Y Agustín de Foxá resumió la situación con un epigrama que decía:
Meando no es manco.
Tiene una minina,
Con una turbina,
Que, de conocerla,
La inaugura Franco.
Y se detuvieron de nuevo en Villalba. Y en Villalba sucedió.
A Wenceslao, gran fisonomista, le extrañó la fealdad extrema de una mujer que tomaba café con un calvo y un joven atlético que dedujo se trataba del conductor. Tomaba la horrorosa mujer un bollo que mojaba en su café con leche. No cerraba la boca al masticar, hacia ruido salivar, y en un momento de distracción, la mujer espantosa se ajustó el sombrero que se le había ladeado en exceso. Era Puigdemont. Nada le dijo de su descubrimiento a la posible «Miss Villalpando», ya cumplida de su habitual trasvase, y que bebía una nueva botella de agua. Reconoció la voz de rata de la falsa mujer grotesca y repulsiva, y el acento argentino del mamón del calvo que le acompañaba. Cuando abandonaron el local, confirmó su hallazgo. Eran Puigdemont, Boye y un chico joven que ocupó en el coche el asiento del conductor. Y decidió seguirles el resto del viaje a media distancia.
En la entrada a Madrid, superados los carteles del «Hipódromo» y «El Pardo», Wences advirtió que el coche tomaba la salida «Palacio de la Moncloa». Y continuó la persecución. La puerta de acceso al recinto del palacio se hallaba abierta de par en par, y el coche del adefesio entró en el challé de Sánchez sin problema alguno. A Wences se lo impidió una pareja de la Guardia Civil y un señor con el pelo muy cacatúo que dijo llamarse Bolaños. Inmediatamente me llamó por el «manos libres» mientras la chica desbebía de nuevo en un bar del Paseo de Rosales.
—Alfonso. Puigdemont y Boye están en La Moncloa.
La operación «Segunda Fuga» se había desarrollado con total éxito.
Y ahí siguen, jajajajajá, jajajajajá, contándose anécdotas y pormenores con los Sánchez y Barrabés. Porque Barrabés también está viviendo en La Moncloa, y según me han informado, es hombre ameno y buen contador de chistes verdes.
La gran noticia es ésta. Puigdemont está huido de España en el chalé del Presidente del Gobierno de España.
Es noticia que merece portada.
Gracias, Wences.